Bueno, las cosas que pasan son de lo más españolas, roban la imagen del Niño de la Virgen de las Flores de Álora, o rocían con gas pimienta a la banda de música de la Archicofradía de la Expiración, que procesionaba por Lagunillas. Al fin y al cabo, una parte del pueblo español no ha hecho otra cosa en la historia más que perseguir a la otra que lleva crucifijos, y después relevo. Es por algo que había una checa en Echegaray, esquina San Agustín, y otra en Villa Salcedo, en La Caleta, de la que difícilmente salías de pie. Tampoco extraña que un juez exculpe a Amparo Rubiales, que llamó «judío nazi» a Bendodo, y es que nos enteramos, estupefactos, que «ni es ultrajante u ofensivo», así que ya lo sabes Elías, dile tú algo a Amparo, vamos, por eso de la simetría, que tampoco pasará nada.
Pero lo importante, vamos a lo serio, es que hay una nueva fuente del Derecho, y las jugadoras imponen su ley, y así la salida de Montse Tomé de la selección está cantada después de estos dos partidos. Como también queda claro que Roma sí paga traductores, siempre los pagó, y en el Congreso de los Diputados los hemos visto. Pero lo que quiero es ver que el PP en el Senado, donde tiene mayoría y no hay excusas, impone el castellano, pero creo que se trataría de un fenómeno paranormal.
Ser y no ser son, al cabo, como Heráclito enseñaba, lo mismo, y eso le pasa a este chico de Orense tan apagado.
Aquí, en la Ciudad del Paraíso, la oposición ha saltado como un rayo para decir que Paco nos fríe a impuestos. Estaba cantado. Pero, vamos a ver, si de siempre hay más impuestos con la siniestra que con la diestra…, por eso les fastidia Díaz Ayuso -que los baja- y hablan de la armonización fiscal y esas cosas. Hacer pedagogía, tristemente, alcalde, no sirve de nada, las opiniones están decididas incluso, me atrevería a decir, antes de que se produzcan los hechos, es cuestión de ideología, y ahí no hay nada que hacer. El PSOE mismamente saca su discurso cuqui y ya está. Es la comedia local. Por eso, conviene leerse de Juan Ramón Ralló el «Anti-Marx», desde luego más inteligente que Thomas Piketty y «El capital en el siglo XXI».
Pero lo que nos estamos planteando algunos es si las leyes solo las cumplimos los mismos. Porque…, por ejemplo, algo tan progresista como hacer cumplir la ley en Cataluña -leyes aprobadas por nuestros elegidos- se obvia, y así nuestros hijos no pueden estudiar en castellano. Con no cofinanciar estas escuelas, asunto resuelto, pero no se hace. Cuando otros incumplen otras leyes, las de la propiedad, por ejemplo, al okupar tu casa, el Estado debería okuparles en prisión, y así todo lo demás, pero si unos cumplimos las leyes y otros no… pues no me gusta este juego, la verdad. Y, además, me duele cuando se juzga a un anciano de 83 años en Palma de Mallorca por matar a un ladrón que entró en su casa, hice lo que tenía que hacer, dice el pobre. Que el PSOE no lo vea, va de suyo, pero que el PP se cale las gafas de sol…
Sigamos. Si uno no escribe de Cataluña, parece que estás en las Batuecas, y no es eso. Entonces diré que no me sorprende nada que Junts -los antiguos convergentes del tres por ciento- quieran también la amnistía para Pujol y cía. Por eso, sostenía antes que las leyes son para algunos más que para otros. Albert Einstein decía que en este mundo tienes que aprender las reglas del juego, y después jugar mejor que nadie, pero hay quien también dice, siguiendo la teoría de la relatividad especial, que hay que conocer las reglas del juego para incumplirlas mejor que los otros jugadores, salvo si quieres perder, claro. Lo que te sermonean en la tele es para que pierdas, no les hagas caso. Por algo, don Quijote llamó a Sancho «corazón de mantequilla», en el episodio de las aceñas, por sus muchos melindres. Y otro grande, Federico, se refugió ante tanta trampa en estos versos:
Yo pronuncio tu nombre
en las noches oscuras
cuando vienen los astros
a beber en la luna
y duermen los ramajes
de las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
de pasión y de música.
Loco reloj que canta
muertas horas antiguas.