Un hueso duro de roer

En cada uno de los hogares (y encima de la mesa) que dan vida a este país, ubicados en el contorno de esta piel de toro (bravo), y con algo de sensibilidad social y política, se nos presenta un hueso duro de roer: la amnistía que está en el aire.   Dejar sin efecto un delito que jurídicamente pasó todos los filtros condenables en su aplicación… cuya sentencia costó montañas de sumarios y tiempo y que ahora se pretende derogar (bajo un tufillo cínico y camaleónico) por intereses ventajosamente políticos, no sociales, deja bastante que desear, en muchos entornos familiares, de poca conciencia política profesionalizada.   Cuesta entender en cada casa de vecino ese ‘hueso’ que se está cociendo en el puchero de algunas sedes políticas, para conseguir la gratuita estrella gastronómica, sin contar con la opinión de los comensales, que somos los que les hicimos ‘cocineros’. Justifiquen el menú, pero con otros medios.