Opinión | La libreta del duque de Chantada

Al ritmo de AC/DC

El Unicaja se llevó la victoria del Wizink Center de Madrid.

El Unicaja se llevó la victoria del Wizink Center de Madrid. / ACB Photo

El rock nace en la década de los 50. Es una forma de romper con todo lo anterior. Es algo revolucionario. Nuevos movimientos sobre el escenario, guitarras llamativas y ritmo elevados. La historia habla de «Little» Richard como el creador del Rock and Roll modificando ritmos del blues. En 1963 la familia Young dejaba los barrios pobres de Glasgow como miles de familias, para huir de la gran depresión económica que afectaba a su país. Su destino: Australia. Allí William y Margaret buscaban un mejor futuro para sus ocho hijos. Sólo 10 años después, la noche de fin de año de 1973, la banda de sus hijos Malcolm y Angus daba su primer concierto bajo el nombre de AC/DC.

Las letras de sus canciones y sus ritmos hacen que algunos colectivos cristianos defiendan que su nombre es un canto al demonio que significa «Anti-Christ Devil´s Children». Una hipótesis que para ellos se confirma porque uno de los más temidos asesinos en serie de EE. UU., Richard Ramirez, era un gran fan del grupo y en el momento de su detención llevaba puesta una camiseta del álbum del grupo «Highway to Hell».

Otros ven en el nombre un guiño al colectivo LGTBIQ+ ya que en la jerga de la época este nombre se utilizaba para hablar de la bisexualidad, pero la realidad es más sencilla y menos rebuscada. La máquina de coser de su hermana Margaret, con la que cosía sus primeros uniformes escolares, tenía las siglas AC/DC, «Corriente Alterna/Corriente Continua». El nombre era corto, directo, y al provenir de la electricidad, eléctrico. Todo parecía encajar.

La corriente continua cuyo padre es Alessandro Volta, fue desarrollada por André Marie Ampère y patentada por Thomas Edison al encontrarle la utilidad en las bombillas incandescentes. Se transmitía en una línea continúa e iba perdiendo eficacia según se iba consumiendo. La corriente alterna cuyo padre es Michael Faraday, fue desarrollada por Nikola Tesla y comercializada por George Westinghouse. Mediante una oscilación en forma de onda se transmite con muchísima potencia para mediante un transformador en los motores generar la energía justa al ser consumida.

De esta manera se mantiene siempre una gran tensión de principio a fin. Tesla y su AC ganaron la batalla de las corrientes a Edison y su DC.

Este Unicaja juega al ritmo de transmisión de la corriente alterna de Tesla. Grandes momentos y grandes apagones, pero siempre con la energía suficiente para lograr la victoria al final.

Si cogemos los dos últimos partidos de la liga ACB vemos como ante el Real Madrid el equipo tuvo una oscilación perfecta durante el partido partiendo de un máximo de energía para caer y volver a su subir y llegar al final con la energía suficiente para ganar. El Real Madrid, entonces invicto, de Chus Mateo fue más la corriente continua que comenzó muy bien y fue perdiendo empuje según avanzaba el partido. De la misma manera que Tesla ganó a Edison, el Unicaja ganó al Real Madrid.

Ante Bilbao paso algo parecido en Unicaja, aunque en este caso su rival se quedó sin energía demasiado pronto, ya en los dos primeros cuartos antes del descanso.

En esta racha de 7 victorias consecutivas en ACB el sábado visita el Carpena el Basquet Manresa de Pedro Martínez. Ese equipo que sirvió de modelo a la reestructuración malagueña hace dos temporadas y que después de un año aciago vuelve a estar entre los mejores de la Liga.

Juegan partidos apretados que son capaces de decidir al final. Con el liderazgo de Devin Robinson y Brancou Badio, sumado a un bloque compacto con una rotación de 12 jugadores. Los manresanos vuelven a ser un rival para tener muy en cuenta. La derrota en la BCL, un accidente en el camino, y la lesión de larga duración del gallego Jonathan Barreiro hacen más necesaria que nunca esta victoria para pasar página y seguir disfrutando de una temporada donde el equipo, si acabara ahora la temporada, seria subcampeón de la liga regular. Suerte…

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