Opinión | Tribuna

SAS: Listas que desesperan

Una manifestación por la sanidad pública en Málaga, a finales de octubre.

Una manifestación por la sanidad pública en Málaga, a finales de octubre. / Álex Zea

Acaba de celebrarse el Debate sobre el estado de la Comunidad y el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha sido muy claro y explícito en relación a la dramática situación de las listas de espera en nuestra comunidad reconociendo que «le quitan el sueño». No es de extrañar viendo el panorama actual y el balance de gestión de los últimos 5 años.

En el argumentario habitual de la Consejería de Salud se suele hacer referencia a la «herencia recibida» como la responsable de la pésima situación actual. Es más, no nos cansamos de leer y escuchar como los responsables de Salud hacen mención a «cajones llenos de listas de pacientes» que han sido rescatados tras su llegada al poder y que suponen su principal obstáculo para corregir y mejorar las listas de espera actuales. ¡No sabemos si por desconocimiento, incompetencia o ambas cosas a la vez faltan descaradamente a la verdad!

Año tras año, hasta 2018, la Consejería de Salud remitía al Ministerio de Sanidad el número de pacientes que estaban en lista de espera para consulta con el especialista de hospital procedente de Atención Primaria. Son esos pacientes, y no las interconsultas entre diferentes especialistas del hospital, los que están sometidos a ‘decreto de garantías’ de 60 días y por ello, ese era el número de pacientes remitido al Ministerio. En cualquier caso, todos los pacientes pendientes de una consulta, las procedentes de Primaria (sometidos a decreto y cuyo número se remitía al Ministerio) y las interconsultas entre especialidades hospitalarias han estado siempre perfectamente registradas y visibles en los sistemas de información del SAS.

Del mismo modo, de la totalidad de pacientes inscritos en lista de espera quirúrgica eran remitidos al Ministerio de Sanidad aquellos sometidos al decreto de Garantías de 90, 120 y 180 días. Por supuesto, todos los pacientes, los sometidos a decreto y los que no, estaban incluidos en la RDQ (registro de demanda quirúrgica) del SAS.

Tras la llegada de la actual administración decidieron cambiar la forma de remitir la información al Ministerio de Sanidad mezclando los pacientes de decreto y no decreto, lo que supuso un cambio en relación a la información remitida hasta ese momento.

Sin entrar a valorar la conveniencia o idoneidad del nuevo criterio para remitir la información, es importante recalcar que en esta diferencia subyace la disparidad de datos remitidos al Ministerio de Sanidad por parte de ambas administraciones, independientemente del hecho de que la totalidad de pacientes han estado siempre en los sistemas de información propios del SAS.

Lo más importante de todo: son los profesionales de nuestra organización, y solo ellos, quienes incluyen los pacientes en las listas de espera y los dan de baja tras ser intervenidos. Ningún consejero/a de Salud ni cargo directivo puede realizar esta tarea al tratarse de un acto médico y nominal (paciente a paciente). Dar a entender que existen listas escondidas que han visto la luz con la llegada del PP al Gobierno andaluz es una falta de respeto absoluta e inaceptable hacia nuestros profesionales, como garantes exclusivos e insustituibles de la correcta trazabilidad de todos los pacientes incluidos en los registros existentes para tal fin.

Todos, absolutamente todos los pacientes han estado siempre perfectamente inscritos y visibles en los correspondientes sistemas de información de la administración sanitaria. Insistir en lo contrario es faltar a la verdad, engañar a la población y una lamentable maniobra para justificar y enmascarar la pésima gestión que vamos conociendo año tras año.

La única realidad incontestable en Andalucía es el continuo y vertiginoso crecimiento de las lista de espera en los últimos 4 años (desde junio 2019 a junio 2023). En concreto, hemos pasado de 695.000 pacientes esperando una consulta a 840.000 (un incremento del 20%) y de 135.000 andaluces que esperaban una intervención quirúrgica a casi 200.000 (un incremento cercano al 50%). Este «millón de andaluces en lista de espera» es el verdadero balance de gestión de la actual administración sanitaria y la razón por la que el presidente de la Junta afirma estar perdiendo el sueño.

¿Cómo es posible esta situación a pesar de un incremento presupuestario que superará los 14.000 millones de euros en 2024 y un incremento considerable de profesionales? Una estrategia política muy errática, con la apuesta por conciertos con la sanidad privada como eje fundamental, y enormes deficiencias en la gestión de los centros están detrás de estos resultados. No lo llamen herencia sino una enorme «ineficiencia».

Por cierto, y en contra de la opinión de la consejera, todos sabemos que un sistema sanitario funciona cuando se reducen las listas de espera y se acortan las demoras para recibir atención sanitaria. Será difícil conseguirlo si continúa al frente de la Consejería quien promulga y defiende afirmaciones como las que hemos oído recientemente.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents