Cuando el poder no salta a la vista

Acasi nadie se le escapa a estas alturas que en la política el poder no siempre salta a la vista. Es un territorio proceloso, atravesado por múltiples dobleces, tareas entre bambalinas y afiladas faenas de fontanería. En ocasiones, ciertas cosas no son lo que parecen. Es la conclusión a la que se llega, sobre todo, cuando el patio anda especialmente agitado. Y, para ello, basta con mirar a los movimientos que se vienen produciendo en el PP y el PSOE a nivel nacional. Con una onda expansiva y una infinidad de lecturas que salpican a sus estructuras en cualquier provincia. A la de Málaga también. Claro está.

El amigo antequerano de Tellado

Mucho se está hablando estos días de la irrupción de un ferrolano coleccionista de polémicas, Miguel Tellado, como portavoz del PP en el Congreso de los Diputados. Alberto Núñez Feijóo ha doblado su apuesta por la ‘miña terra’ y lo ha situado a él en el primerísimo plano que le ha arrebatado a otros dirigentes. Véase Elías Bendodo. Tellado ya figuraba en el núcleo duro de Feijóo desde su etapa de presidente autonómico y ha seguido siendo su ‘mano derecha’ desde el desembarco en Calle Génova. Lo curioso es que hasta en el ‘clan gallego’ del PP nacional ha llegado a salir el sol por Antequera. El propio Tellado miró hacia la Ciudad del Torcal cuando aterrizó en Madrid como Vicesecretario de Organización Territorial y convirtió en su escudero a Ángel González, al que le encomendó el cargo de Secreatrio de Organización.

Aquello coincidió en el tiempo con el regreso del entonces concejal antequerano al Congreso de los Diputados, para ocupar el escaño del ‘casadista’ Pablo Montesinos. Actualmente, González es senador por Málaga y su retorno a los despachos del partido en Madrid estuvo motivado esta vez por su amistad con Tellado, con el que el malagueño entabló una amplia sintonía desde que formó parte del aparato nacional a las órdenes de Mariano Rajoy y preparaba las visitas del líder a Galicia.

De hecho, González ya había gozado anteriormente de poder nacional en su partido y destacó en sus inicios entre los jóvenes del PP de Málaga, a pesar de que no hizo su camino en el entorno de Juanma Moreno, Elías Bendodo y Mariví Romero. Tras forjarse en la cúpula nacional de Nuevas Generaciones como secretario general, Mariano Rajoy le encomendó en el aparato de Génova la secretaría dedicada a la organización territorial del partido, a la que regresó de la mano de Tellado en la primavera de 2022.

Además, su carga política entra en una ecuación en la que también participa su condición de presidente del Antequera Club de Fútbol, que está haciendo una excelente temporada en la misma categoría que el Málaga. Tanto estaba abarcando con su regreso a la política nacional González que dejó de ser concejal en el Ayuntamiento antequerano; y en las listas del pasado 28M sólo apareció de forma simbólica en el puesto número 20.

¿Hará Josele González de número 2?

El protagonismo ‘in crescendo’ de Josele González en el PSOE malagueño lleva a pensar si él es, realmente, el ‘número 2’ en el que se va a apoyar a partir de ahora el secretario general, Dani Pérez. Aunque a diferencia del líder provincial el exalcalde mijeño sí respaldó en las primarias a Susana Díaz, estaba cantado que en cuanto Pérez acaparase el poder González iría ganando influencia en la sombra. Sin ir más lejos, el ‘alcaldable’ de la capital malagueña no ha escondido en los últimos tiempos que se fía mucho más de sus amistades -entabladas en algunos casos desde Juventudes Socialistas y con ejemplos como el de la diputada Mari Nieves Ramírez saltando a la vista- que de la ‘mezcla de sensabilidades’ a la que debió entregarse para pactar su liderazgo. Sobre todo, con los ‘susanistas’..

El hecho de que Josele González ganase las elecciones en Mijas le dio acceso directo a la portavocía de la Diputación. Y, luego, la moción de censura del PP y Vox que lo desbancó como alcalde ha terminado de multiplicar su visibilidad como nuevo manijero del socialismo en los municipios de la provincia. Sobre él ha recaído aquel rol de ‘agente doble’ que ya tuvo Pepe Bernal cuando fundió su condición de Secretario de Organización con la de portavoz en el ente provincial. Es más, González es en el organigrama provincial el Coordinador del Consejo Territorial y esa responsabilidad ya le sirve de coartada a Pérez para ir descargando sobre su figura buena parte del poder. Por la labor que lleve a cabo sobre el terreno González pasa, en cierta medida, la estrategia del PSOE para recuperar el electorado perdido en lugares que eran verdaderos feudos. Dado que en las ciudades el dominio del PP es excesivamente holgado, es en los pueblos en los que se intentará ‘evangelizar’ lo máximo posible con una crítica tenaz a la Diputación.

Suscríbete para seguir leyendo