Opinión

Cartas al director

¿QUIÉN FUE JESÚS DE NAZARET?

El insigne historiador Antonio Piñero tiene un libro sobre todos los evangelios, canónicos y apócrifos, cuya historicidad es incuestionable, probando la existencia de Jesús. En el libro ‘Dios-la Ciencia-las pruebas’ hay un capítulo en que prueba la existencia de Jesucristo. Bástenos dos detalles: El calendario se divide en dos períodos, antes y después de Cristo. Segundo: si la Iglesia hubiera nacido de un hombre, con los avatares sufridos en la Historia, ya habría desaparecido y vamos por más de 2.000 años, lo que nos recuerda las palabras de Jesús: «Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo». Se han dicho muchas cosas de Jesús, que fue un profeta, un loco, un aventurero, un fanático, un mito inventado por la secta cristiana, etc. pero, a fin de cuentas, probarían su existencia. Además es el personaje histórico sobre el que más bibliografía se ha escrito. El mismo Jesús preguntó a sus discípulos qué decía la gente de él, a lo que Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el hijo de Dios vivo». Por si no nos bastan las Escrituras y tradiciones cristianas, también tenemos afirmaciones de escritores e historiadores paganos, no sobre su divinidad pero sí sobre el hombre Jesús: Flavio Josefo, historiador judío que habla de la lapidación de Santiago el Menor, hermano de Jesús, Mara bar-Sarapión en el año 73, Suetonio que evoca la persecución de los cristianos el año 50 y que, por cierto, ¿es lógico que sufrieran tan horrendos crímenes por un mito? Plinio el Joven, gobernador de Bitinia, el escritor griego Luciano de Samosata, el médico Galeno, el filósofo Celso (siglo II) que se burló de Jesús negando su divinidad. El ya citado Flavio Josefo escribe el año 70 lo siguiente: «Existió un hombre sabio, llamado Jesús, si es lícito llamarlo hombre porque realizó grandes milagros y atrajo a muchos judíos y gentiles...», pasaje muy citado en la antigüedad por Eusebio de Cesarea, San Jerónimo y otros. También la arqueología nos ha dejado restos de su crucifixión, de las catacumbas y, ¿cómo explicar los milagros eucarísticos avalados por la ciencia y otros muchos aprobados por la Iglesia? Creo que, ante todo eso sólo hay una respuesta: Jesús era, en verdad, Hijo de Dios, que sigue mostrando signos a través de la Historia.

Miguel Hijano Guerrero. Málaga

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