Opinión

Miguel Hijano Guerrero

Málaga

Cartas de los lectores

¿CISMA EN LA IGLESIA?

En 2021, el Papa se opuso a la bendición de uniones homosexuales. Ahora, el 18 de diciembre firma un documento en que aprueba la bendición de los individuos, como sacramental, dejando intacta la doctrina matrimonial. También hace lo mismo con las parejas en situación irregular y divorciadas vueltas a casar. Pero, ojo, al no haber mediación sacramental sino simple bendición, ¿podrían comulgar, pues, creo que la situación de pecado permanece a menos que haya previamente intención de conversión? ¿Qué ha cambiado en la doctrina de la Iglesia en tan sólo dos años? La Iglesia debe estar abierta a todos, incluso más a los pecadores, como el propio Jesús dice: «No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores». Bien, pero ¿no se ha percatado el Papa que con esta medida ha sembrado la confusión entre los cristianos? Ya he leído informaciones de cardenales, obispos y sacerdotes que discrepan de la medida, por ejemplo, la inmensa mayoría de los africanos y cristianos de a pie que no quieren saber nada de ayudar a la Iglesia. ¿No es un escándalo que se haya desplegado una inmensa bandera LGTBIQ en plena plaza de San Pedro? No me opongo a la bendición pero pienso que antes debía haber una especie de catequesis aunque fuera sólo informativa para esas personas. ¿Por qué no se aprueba la ordenación diaconal de la mujer, cuando ésta ya existía en la Iglesia primitiva? ¿Por qué se niega el celibato opcional a los sacerdotes, siendo así que esta norma proviene de la Edad Media? De todas formas, a pesar del revuelo que esta medida ha provocado no debemos olvidar las palabras de Cristo a Pedro cuando afirma que lo que ate en la tierra quedará atado en los cielos y lo que desate en la tierra quedará desatado en los cielos. No critiquemos, pues, alegremente estas cosas pues hoy por hoy Francisco es el sucesor de Pedro y, por ende, el vicario de Cristo en la tierra.

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