Opinión | Tribuna

Observar cómo evolucionamos

Paseando por la calle Larios, disfrutando de la exposición conmemorativa del 25 aniversario de La Opinión de Málaga, volví a una idea revisitada mentalmente en otras ocasiones. Los periódicos, al igual que los aeropuertos, son una herramienta de enorme valor en la observación de cómo evolucionamos. Si ahora miramos hacia atrás (algo a lo que nos invita la recopilación de portadas del periódico), pensaremos, casi con vértigo, en lo rápido que han transcurrido los últimos 25 años y la enorme transformación económica y social de la que han ido acompañados. La tecnología ha sido un importante catalizador de ese cambio. Un cambio en el que lo inmediato y el enfoque de la actividad empresarial hacia la experiencia del cliente han dado lugar a una segmentación y diversificación de servicios sin precedentes. Los medios de comunicación han sido portavoces esenciales de esa transformación, pero también objeto de ella. Y, precisamente por ese motivo, nos han ayudado a nosotros a detectar las nuevas demandas de los ciudadanos a los que servimos y a proyectar la forma en la que hemos ido dándoles respuesta; a observar en qué hemos acertado y en qué ámbitos tocaba hacer autocrítica para mejorar.

La Opinión de Málaga ha sido (y continúa siendo), un actor fundamental en ese proceso, por eso no podemos más que agradecerles su labor, desearles un feliz aniversario y pedirles que sigan acompañándonos en este apasionante camino. En estos 25 años de vida, sus profesionales han dado buena cuenta de cómo se ha transformado el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, ya no sólo desde el punto de vista de la infraestructura (la T3 y la segunda pista de vuelo fueron actuaciones de enorme calado), sino además del cambio que el concepto de aeropuerto ha experimentado en ese tiempo. Hemos dejado de dedicarnos a la ‘mera’ canalización del transporte aéreo para, aunque sigue siendo nuestra razón de ser, incorporar numerosos servicios orientados a optimizar la experiencia de pasajeros y compañías aéreas. En la búsqueda y diseño de esos nuevos servicios, han marcado la pauta la senda que ha seguido el propio sector aeroportuario a nivel internacional y el ‘afán’ que tenemos en Aena por fomentar el arraigo de nuestros aeropuertos en los territorios a los que sirven. Sólo de esa forma, atendiendo y adelantándonos a las necesidades de esos territorios, podremos ayudar a hacerlos más competitivos, con todo lo que ello supone en términos económico y social. Sirva de muestra que en el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol tienen actividad alrededor 500 empresas y casi 10.000 trabajadores. Y seguiremos trabajando para enriquecer nuestro aporte y revisaremos nuestros retos en sostenibilidad, medioambiental, valor social y económico: los de Aena y de todos los agentes que hacen posible el día a día de nuestras instalaciones.

Deseamos, de corazón, que La Opinión de Málaga cuente nuestra historia y la de los malagueños y continúe realizando esa labor de narrador de nuestras vidas tan indispensable que hacen los medios de comunicación para que sepamos quiénes somos y qué nos pasa.

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