Opinión | Tribuna

Málaga sí tiene quien le escriba

Hoy nos toca felicitar a los amigos de La Opinión, que cumple 25 años. Pocos para una persona, muchos para un periódico en estos tiempos

Echar la vista atrás puede ser un ejercicio de nostalgia no exento de peligros. Descubrirnos más jóvenes, más fuertes quizás, más atrevidos incluso. Pero aquí seguimos. Probablemente más sabios, algunos más serenos, más sensatos seguro. Lo más importante de los años es cumplirlos. Y, por qué no, celebrarlos. Peinar las canas, brindar por la vida y sacudirnos la tristeza, tan inoportuna. Encarar el presente y el futuro con ganas renovadas y un aire desafiante de jovenzuelo despreocupado, porque la vida puede ser una maravillosa aventura cada día. Y vivir, no hay mayor desafío.

Y en este vivir y celebrar, hoy nos toca felicitar a los amigos de La Opinión de Málaga, que cumple 25 años. Pocos para una persona, un gran salto para una ciudad que hoy es otra muy distinta, muchos para un periódico en estos tiempos. Tiempos convulsos en los que más que nunca los medios de comunicación deben jugar un papel fundamental.

Hojeo aquel primer número del 25 de mayo de 1999. Muchas caras conocidas. Algunas arrugas menos. Noticias literalmente de otro siglo. Y muchas ganas, ilusión, hambre de futuro. Páginas que son una declaración de intenciones: «renovación», «aire fresco», «periodismo abierto y riguroso». Así se presentaba La Opinión de Málaga entonces. Y escribía Joaquín Marín, su primer director: «Estamos a las puertas del siglo XXI y pretendemos colaborar con nuestro esfuerzo a la construcción de esa nueva Málaga que ya se avizora: una Málaga más dinámica, más desarrollada, más culta (por lo tanto, más libre) y más solidaria». Intuyo que Joaquín, que en paz descanse, estaría hoy orgulloso de lo conseguido. De que aquellos deseos, con los que tanto coincido, sean hoy una realidad. De que este su periódico siga hoy más vivo que nunca, dispuesto -por qué no- a cumplir 25 más. Y los que vengan. Su futuro -y el del resto de medios de comunicación de nuestra ciudad- está ligado al nuestro, al de una sociedad necesitada de verdades, análisis y rigor.

No me puedo resistir a viajar en el tiempo guiado en este primer número de La Opinión de Málaga por las páginas de Cultura (Luces se llamaba la sección, qué buen nombre aquél). Disculpen, yo también tengo mis debilidades. Y me encuentro con un feliz descubrimiento, una coincidencia de esas que son un presagio. El Festival de Cine Español de Málaga (todavía no ‘en español’) anunciaba su segunda edición, que el periódico detallaba en tres páginas seguro que diseñadas, escritas y editadas con infinita ilusión. La misma que tenían todos aquellos que pusieron en marcha un certamen que hoy tengo la suerte de dirigir y que ya se encuentra entre los más importantes de nuestro país, reconocido internacionalmente, cita anual obligada del audiovisual iberoamericano.

«El Festival de Cine Español de Málaga es un paso más en el desarrollo de la ciudad turística y cultural que queremos tener», decía en estas páginas nuestro querido Antonio Garrido, entonces concejal de Cultura y uno de los impulsores de este festival. Hoy podemos decir que hemos dado muchos pasos más en esa dirección y Málaga ya es una gran ciudad turística y cultural. Cuánto la habrías disfrutado, Antonio.

Aquella segunda edición de nuestro festival se abría, fuera de concurso, con la película ‘El coronel no tiene quien le escriba’, dirigida por Arturo Ripstein con guion adaptado por Paz Alicia Garciadiego del maravilloso libro de Gabriel García Márquez. A Arturo tuvimos la suerte de entregarle en 2020 -de forma virtual, lamentablemente, por culpa de aquella terrible pandemia- el Premio Retrospectiva de nuestra 23 edición. Y un pensamiento me lleva al otro y sigo paseando por las hojas de este periódico, tan joven y tan viejo, convencido de que la vida es un ir y venir de hechos y coincidencias, un círculo de deseos y logros, una rueda imparable en la que otros vendrán para seguir haciéndola girar.

Pero hoy, decíamos, toca celebrar. Felicidades a La Opinión de Málaga, a todos los que por ella han pasado en estos 25 años y a todos los que están por llegar. De ellos depende que entre todos construyamos un futuro mejor en común. Porque Málaga sí tiene quien le escriba.

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