Opinión | Viento fresco

Málaga

Abascal y Sánchez no se hostiarán en Málaga

Nos hemos evitado momentos tensos, incidentes y hasta la guerra civil con croquetas en los bares, con ambas huestes coincidiendo tras los mítines en las barras malacitanas

Abascal participa en un mitin de campaña para las europeas.

Abascal participa en un mitin de campaña para las europeas. / L. O.

Abascal y Sánchez iban a coincidir en Málaga mitineando. A 200 metros. La Junta electoral no entraba en razón ni tomaba cartas en el asunto, ni suspendía uno de los dos actos, ni nada de nada, en una exhibición de pasmosa inutilidad; finalmente, con calma, sin estrés, ayer lunes por la tarde sopesaba dar una solución al asunto. Tarde y mal. Una caraja importante la de la Junta Electoral. Porque el PSOE decidió por la mañana celebrar el mitin del presidente del Gobierno en Benalmádena. Si no puedes con tu enemigo, sepárate de él. «No vamos a poner en riesgo a nadie», decían desde Ferraz.

Los de Abascal vienen crecidos y apelando a la violencia física, jaleando a sus miembros, encrespando los ánimos y soltando adjetivos gruesos. Tendrán que conformarse con hablarles a los suyos en las inmediaciones de la Aduana. No podrán rugirle al contrario, que esperaban encontrar a un tiro de piedra.

Los antidisturbios de Granada se han ahorrado el viaje y seguramente nos hemos ahorrado todos algún susto, momentos patéticos, minutos tensos e imágenes de Telediario.

Imagino a los guiris paseando por delante del teatro romano, por el Centro en general, viendo el agitar de banderas verdes para, unos metros más allá, ver el agitar de banderas rojas con el puño y la rosa. Tapándoles las entradas a los pisos turísticos, vaya fastidio.

O a lo mejor podemos imaginar a los militantes de Vox y a los del PSOE discutir después en los bares de la zona, la guerra civil con croquetas, aunque sin reservar y con tanto turismo está un poco imposible lo de cenar incluso un miércoles y las barras (tomar algo informalmente) tienden en Málaga a la extinción. La improvisación ha muerto.

-Era para tomar una caña solamente.

-No caballero, es que esto es para cenar. -Pero sí son las siete.

-Ya, por eso, todo el local es para cenar a partir de las seis.

Abascal y Sánchez no se darán de hostias en Málaga, ni siquiera se gritarán o se cruzarán por la calle. Quien evita la ocasión evita el peligro. También el espectáculo. Aunque tal vez nos lo proporcionen Yolanda Díaz y Pablo Iglesias, que sí coinciden en la ciudad un mismo día y van a atizarse dialécticamente casi con total seguridad. Aunque en este caso tal vez ambas huestes si confraternicen en los bares. Hay rescoldos de complicidad entre quienes hubo pacto de botellín.

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