Opinión | Tribuna

Periodistas y policías, policías y periodistas

Michael Jordan abandonaba la NBA, Carlos Moyá se convertía en el primer español en alcanzar el puesto número uno de la ATP, el poeta Rafael Alberti nos dejaba y a nuestra vida llegaban el euro y los, ya casi desterrados, SMS de nuestros teléfonos móviles. Corría el año 1999 y nacía La Opinión de Málaga, un periódico que, quién lo iba a decir, ahora cumple sus bodas de plata.

Durante estos 25 años habéis acompañado a los malagueños informándoles de cuanto ocurría a su alrededor y, hecho balance, creo que debéis sentiros satisfechos. De los 40.000 ejemplares en papel que la rotativa puso en marcha en su primera tirada, habéis pasado a tener 170.000 lectores diarios, 176.000 seguidores en Facebook, 168.000 en X (Twitter) o 45.000 en Instagram.

Sí, los tiempos han cambiado, la tinta se ha sustituido por un carácter en una pantalla de ordenador, las hojas en tono sepia han dado paso a las páginas web y a las redes sociales y el quiosco de la esquina, que sobrevive a base de chuches y helados para los más peques, apenas ya si muestra aquellos inmensos tenderetes de periódicos y revistas que antaño se veían cuando, a día de hoy, a golpe de click, en un instante, ante nuestros ojos, podemos disponer de toda la prensa del planeta. Eso se llama evolución.

Pero, ¿y quién no lo hace? ¿Quién no cambia para evolucionar? Cualquier institución, empresa o entidad que quiera perdurar en el tiempo debe de adaptarse al paso del mismo. La institución a la que pertenezco, la Policía Nacional, bien sabe de ello, llevamos 200 años adaptándonos y, donde en un pasado no muy lejano conjugábamos el verbo robar, violar o matar, para referirnos a las acciones punibles y perseguibles penalmente, hoy en día nos referimos a ellas con términos como hacking, phishing, sexting o bullying. Ello significa crecimiento, vitalidad y fortaleza y vuestro periódico es hoy en día más grande, más vital y más fuerte que hace 25 años.

No creáis que somos tan distintos, periodistas y policías, policías y periodistas, nuestros clientes son los mismos, los ciudadanos. Nosotros los protegemos y vosotros los informáis.

Además, estamos condenados a entendernos, incluso en la ficción, tanto es así que no hay película o serie policíaca que no tenga a un periodista en su reparto, ni película o serie periodística que no flirtee con la institución policial en algún momento de la trama. A todos nos une el afán por descubrir la verdad, con objetividad y rigor, sabiendo siempre diferenciar la opinión de la información.

Decía el periodista Joseph Pulitzer: «una prensa cínica, mercenaria y demagógica producirá un pueblo cínico, mercenario y demagógico». Gracias a él se dan los premios más prestigiosos del periodismo a nivel mundial, así que algo debía saber de esto. Ahí radica la responsabilidad de un medio. Estoy convencido de que no llevaríais 25 años de existencia si no fuerais un medio responsable.

Hasta ahora hemos hablado de pasado y de presente, pero no de futuro. En el horizonte se vislumbra una realidad aún por definir, clarividente para unos, catastrófica para otros, la inteligencia artificial ha llegado para quedarse o, lo que es peor, para sustituirnos. Si una profesión puede verse afectada por este nuevo reto, es el periodismo. Puede ser desalentador imaginar que antes de, ni siquiera consultar a alguna de sus fuentes, un reportero viera escrita, depurada e incluso ya publicada una noticia de un hecho recién ocurrido. Es una nueva amenaza, sin duda, pero precisamente los periodistas de vuestro periódico tenéis las herramientas necesarias para convertirla en oportunidad. La creatividad, la imaginación, la ética y la pasión por la verdad son recursos que jamás una máquina podrá utilizar para informar con rigor y objetividad.

Desde la Policía Nacional de Málaga os deseamos un feliz cumpleaños.

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