Opinión | En corto

En defensa de los diógenes del mundo

La manía de bastantes personas de guardar cosas en lugar de tirarlas, ya se trate de papeles, ropa, muebles, objetos de cualquier clase o hasta coches, suele ser motejada por los allegados, que padecen la acumulación, de eso, de manía, cuando en realidad el empeño en retener cuanto nos rodea, entorpeciendo la digestión del gran depredador que somos y echando arena a las ruedecillas de la trituradora universal, buscando retrasar del modo que sea sus desbocados relojes para que tanta novedad no nos envejezca sin cesar, no deja de ser la expresión de una ética del mundo y de la vida, una práctica contra esa aceleración de las cosas que aumenta la velocidad de rotación de la espiral del fregadero por la que uno y todos vamos camino de precipitarnos al agujero negro de la cañería. Perdón por el párrafo sin respirar, pero alguien tenía que decirlo alto y claro de una vez.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents