Opinión | El jugador número 13

Ganar varias veces

Nuestro Unicaja con los deberes hechos, cerró el tramo de la primera fase en la FIBA BCL con el triunfo en Szczecin y la vuelta sin ningún lesionado para poder encarar el partido del fin de semana en Vitoria

Los jugadores del Unicaja celebran su victoria en el Buesa Arena ante el Baskonia

Los jugadores del Unicaja celebran su victoria en el Buesa Arena ante el Baskonia / Emilio Fernandez

En el momento en que lean esto tendrán la cabeza más en la cena de Nochebuena, en la comida de Navidad, sin perder de vista esa robusta salud que seguro que se reafirmó el pasado domingo al comprobar (una vez más) que seguro que nos quieren mucho. Porque eso de la fortuna en la lotería y otros juegos… Como que no.

Pese a todo esto, nuestro Unicaja, como viene siendo habitual en la Liga ACB, la cabeza la tiene en otras cosas. De entrada, con los deberes hechos, cerró el tramo de la primera fase en la FIBA BCL con el triunfo en Szczecin y la vuelta sin ningún lesionado para poder encarar el partido del fin de semana en Vitoria.

El encuentro ante Baskonia, evento 126 en la serie entre vascos y andaluces, presentaba un rival complicado, de los que en su momento se nos quiso poner como rival directo para atacar el poder de los dos equipos futboleros. Pero que con el tiempo se comprobó que estaban en otro plano existencial muy diferente, lo cual no deja de ser un motivo más para querer derrotarles.

Diferencial es que entre los que entrena Pablo Laso se ha hecho un mantra perpetuo eso de que la competición real de es la Euroliga, que la Liga ACB está detrás, y hablar de la Copa del Rey es algo residual. Pero lo cierto es que en aquellos momentos en los que luchaban por las tres competiciones, peleando por todos los títulos, hablar de priorizar sonaba a broma de mal gusto.

Lo real es que en los últimos años, no sé si porque la historia nos dice que el club de Josean Querejeta es de los adelantados a su tiempo y eso de poner la competición europea por delante es lo correcto, si no se meten el play off y la copa ACB, tampoco se les hunde el mundo.

Poca tranquilidad

En estas se presentaba el Unicaja en la capital de Euskadi, con poca tranquilidad por las dos derrotas consecutivas, y en los locales, la urgencia de necesitar victorias, antes del corte de final de la primera vuelta, y poder acudir en febrero a Las Palmas.

La puesta en escena, mala, bastante mala, algo que últimamente no es tan raro en Málaga, lo cual obliga a remar a la contra; pero también últimamente ha provocado que Ibon Navarro reduzca la rotación, aún sin llegar al extremo del caso Jonathan Barreiro frente al Dreamland Gran Canaria. La triste puesta en escena de Tyson Pérez y David Kravish los dejó en tres y nueve minutos cada uno; y además, ni Olek Balcerowski (11 minutos) ni Melvin Ejim (12 minutos) fueron tampoco de los habituales en pista. Todo esto parece que en estos encuentros trabados y complicados no es mala receta.

Lo del domingo fue un encuentro que Unicaja tuvo que ganar varias veces, con muchas ocasiones de "me parece que ésta es la buena" y que terminaban quedándose en nada. Se gana con el segundo y tercer cuarto, los de mejor juego de los visitantes, pero casi se termina fastidiando el tema en un último cuarto atípico, en el que Pablo Laso redujo la rotación a lo mínimo, concediendo sólo diez segundos a dos jugadores -Marcus Howard y Tadas Sedekerskis-, que no salieron de inicio en el arranque de ese periodo.

Diferencia

Quizá lo mejor que saco del partido fue la diferencia en el ratio de asistencias+recuperaciones-pérdidas de Unicaja, que llegó a 20, dejando en uno al Baskonia, arreglando con el paso del tiempo el problema de los balones perdidos, ya que llegó con nueve al descanso, permitiendo sólo cuatro más al final del encuentro. También fueron muy buena noticia las siete asistencias que repartieron Alberto Díaz, Tyson Carter y Kendrick Perry, cada uno de los tres directores de juego del Unicaja.

Resumiendo, buenas sensaciones tras las dos derrotas en ACB ante un rival demasiado deslavazado y con todo el trabajo del mundo por delante para ensamblar buenas individualidades, en una tesitura de competiciones que no sé yo si van a ser propicias, sin tiempo material para entrenar.

Ahora le toca al Unicaja la visita del Río Breogán con Luis Casimiro al mando, pero antes, quiero felicitar a Manu Trujillo por su debut con el primer equipo en la FIBA BCL, y a su familia, que conociéndolos, seguro que le han anticipado al chaval, con su educación, gran parte del trabajo que tenía que llevar de base a la cantera cajista, y que seguro que agradecerá. Más adelante se verá si la competición y la suerte hacen que la carrera sea más o menos extensa, pero ese disfrute ya lo tiene.

Sean o no de Navidades, sean más o menos fiesteros, les deseo que tengan los mejores días con la gente que deseen. Que todo les vaya como merecen y sobre todo, que echen de menos a muy pocos. Que tengan una Feliz Navidad y una mejor entrada de año. Volvemos a estar juntos en el 2025. Muchas gracias por todo.

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