Opinión | 360 grados

El ingreso en la OTAN no es algo que pueda comprarse

El jefe del Gobierno eslovaco dijo haber hablado con Zelenski del plan de paz presentado por China y Brasil y los amigos de la paz de la ONU y le acusó de rechazar un alto el fuego

Zelenski

Zelenski / EFE

Acostumbrado desde que trata con BlackRock a las mores capitalistas, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, cree que todo tiene un precio y que siempre hay alguien dispuesto a pagarlo.

Así, Zelenski propuso al primer ministro eslovaco, Robert Fico, según reveló éste, pagar a Eslovaquia 500 millones de euros, supuestamente de los activos confiscados a Rusia, si su Gobierno no vetaba el ingreso de Ucrania en la OTAN.

Lo ha contado el propio Fico en declaraciones a la prensa en Bruselas que no han tenido desgraciadamente la difusión mediática que con seguridad merece.

Y es que la Eslovaquia de Fico es, como escribía el otro día despectivamente un periódico, junto a la Eslovaquia de Viktor Orbán «un verso suelto» en la UE y la OTAN, dos organizaciones que últimamente tienden a confundirse.

En Bruselas, capital de ambas, sólo se admite «obedientia perinde ac cadáver», como reza el lema jesuítico y quien se aparta, como ocurre a esos dos políticos centroeuropeos, a los que se califica abusivamente de «amigos de Putin», se arriesga al ostracismo.

Y he escrito a plena conciencia «abusivamente» porque ambos rechazan, por contraria al derecho internacional, y así lo han expresado una y otra vez en público, la invasión rusa de Ucrania.

Pero están al mismo tiempo convencidos de que Kiev no podrá ganar esa guerra, sobre todo si no participa en ella el conjunto de la OTAN, incluido Estados Unidos, algo que persigue claramente Zelenski, pero que Washington rechaza.

Ambos políticos piensan también, y en ello no les falta razón, que lo único que se está consiguiendo con la prolongación del conflicto no es no sólo agravar la masacre, sino desestabilizar a la propia Europa.

Fico lo dijo en la capital europea con una claridad que uno echa de menos en otros políticos de nuestro entorno: «Eslovaquia no está en guerra ni con la Federación Rusa ni con Ucrania (…) No creemos en una solución militar y nos negamos a donar cualquier tipo de armamento».

«Tenemos opiniones diferentes en muchos asuntos, agregó el político eslovaco, pero eso no significa que alguien vaya a poder arrastrarnos a la guerra. Tampoco dejaremos que nos traten como siervos obligados a cumplir cualquier deseo del presidente Zelenski».

Según Fico, «se trata de crear (en Europa) la impresión de que todo va bien, pero sabemos que eso no es cierto y que Ucrania está perdiendo sin remedio esta guerra».

El jefe del Gobierno eslovaco dijo haber hablado con Zelenski del plan de paz presentado por China y Brasil y los amigos de la paz de la ONU y le acusó de «rechazar tajantemente cualquier propuesta de alto el fuego».

«Cree que antes tiene que conseguir todo lo que quiere, y sólo entonces podría aceptar negociar una tregua», explicó Fico, desmintiendo a tantos políticos y medios de Occidente que acusan sólo a Putin de rechazar el diálogo.

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