Opinión | En corto

Guerras civiles virtuales

Sede del Congreso de EEUU, en Washington

Sede del Congreso de EEUU, en Washington / Valerie Plesch/dpa

Sorprendió en USA que las opiniones ciudadanas sobre la situación económica, en las que dominaba el signo negativo, de pronto dieran un vuelco tras el triunfo de Trump. Los datos no habían cambiado, lo que según los analistas había ocurrido es que antes los encuestados de tendencia republicana no estaban dispuestos a reconocer el menor triunfo a los demócratas en el poder. En las sociedades fuertemente polarizadas el odio al adversario impide todo juicio ecuánime y su ácido corroe, hasta disolverlo, cualquier éxito que pueda otorgar puntos al contrario. Esto, lógicamente, no solo es una desdicha para un país, que se condena a hacer vida en un estado de discordia permanente, sino para el ciudadano, que pierde capacidad para el juicio. El mal tiene difícil cura: quién se aparte de ese modo binario de política será visto automáticamente como enemigo, por unos, por otros o por todos.

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