Pesadilla por Nochevieja

Cuentan que uno de cada 20 españoles, más de 2 millones, sufren cada año un accidente doméstico. No hay cifras exactas sobre cuántos de esos percances llegan por Navidad, como el turrón. Pero hasta la Comunidad de Madrid realizó hace un año una campaña específica para evitar pesadillas por Nochevieja. Las cocinas a estas alturas del año son letales. Que si corta el jamón en tiempo récord, antes de que lleguen los cuñados, que si el queso está más curado de la cuenta y el cuchillo no entra en condiciones. Qué les voy a contar que no hayan visto o sufrido en sus propias y blandas carnes.

Hoy me toca despedirme de ustedes hasta 2025. Que será más allá de Reyes, por lo que de camino espero que hayan sido buenos y que los de Oriente puedan recompensarles. De aquí a entonces también confío en que escapen sanos y salvos a los guisos que nos restan por vivir con el cambio de año. Y es que son fechas para evitar accidentes domésticos, pero también para solventar con éxito algunas ingestas desproporcionadas para lo que dan de sí nuestros organismos.

Deseo que en enero no me vengan con imágenes como esa que compartía hace unas cuantas navidades la mismísima Mónica Cruz. La actriz mostró que tenía que pasar por el quirófano después de tener un percance con los cuchillos en la cocina. «Cuando un día normal vas a preparar la cena como siempre y de repente todo acaba como no esperabas. Quiero dar las gracias a todos los que me habéis escrito por vuestros mensajes de apoyo. Dentro de todo la operación es sencilla así que en nada estaré a tope otra vez», señalaba junto a una fotografía en una cama de hospital y con aparatosos vendajes.

El último de la lista no es otro que el actual número 1 del ránking mundial en un deporte como el golf, en el que las manos son absolutamente imprescindibles. El estadounidense Scottie Scheffler resulta que se puso a guisar durante la cena del Día de Navidad y no reparó en que un cristal roto podría representar su peor enemigo de cara a las próximas semanas.

Este mismo sábado era operado de urgencia el profesional de 28 años de edad, a raíz de la lesión que sufrió en la mano derecha. El corte en la misma lo mantendrá alejado de los campos al menos durante un mes. La intervención resultó satisfactoria y, como consecuencia de la misma, Scheffler no podrá participar en el primer torneo de la nueva temporada, el The Sentry que se disputará dentro de pocos días en el Plantation Course del Kapalua Resort, en el archipiélago de Hawái. Allí tenía previsto volver a darse un baño de multitudes ante sus propios compatriotas. Pero su particular pesadilla por Navidad le impedirá empezar el año haciendo lo que más le gusta.

Scheffler se colgó la medalla de oro durante los Juegos Olímpicos de París y se impuso durante este 2024 que ya llega a su fin en un total de siete torneos del PGA Tour. Intentará por todos los medios recuperarse de este «mal trago» a lo largo del primer mes del año. Pero de momento sólo han trascendido las palabras de su representante, Blake Smith.

Expresó que el golfista norteamericano se habría hecho «una herida punzante en la palma de la mano derecha con un vaso roto». Según este mismo portavoz, «quedaron pequeños fragmentos de vidrio en la palma que requirieron cirugía. Le han dicho que debería estar al cien por cien en tres o cuatro semanas».

Lo paradójico del siniestro doméstico sufrido por el número 1 del golf mundial es que se ha producido casi a la par del que en estas mismas fechas navideñas daba a conocer el noruego Viktor Hovland, que publicó en su cuenta oficial de Instagram una «radiografía del dedo meñique de su pie, apuntando hacia un ángulo alarmante», después de golpearse con una cama.

Lo dicho. Tengan cuidado. Que la salud, de cara al nuevo año, es sin lugar a dudas lo más importante. No vayan a hacer por Nochevieja su particular Cañizares. Aquel incidente suyo en la concentración con España le dejó fuera del Mundial de Corea y Japón 2002; y, de cuanto en cuanto, aún se le recuerda al guardameta. Estaba descalzo, aseándose justo antes de irse a cenar y se le cayó un frasco de colonia. El cristal le seccionó el tendón de un dedo del pie. Eso sí que es mala pata.