Que el naranja no oculte el negro

La temporada de Unicaja transcurre sin grandes sobresaltos a la espera de los momentos más álgidos de la temporada: el play off de la BCL y la Liga, y la Copa. La presencia dentro de algo más de una semana del Valencia Basket en el Carpena también supone un gran punto de atención para la marea verde. La rivalidad Málaga-Valencia parece revivir este año con el buen momento del equipo de Pedro Martínez, que promedia 100 puntos en los 3 últimos partidos y que en este momento es el equipo más en forma de la ACB. Ibon Navarro y sus hombres suman 4 victorias a solo una de la mejor racha de la temporada. Una victoria que se podría lograr este fin de semana en Bilbao en un partido que está pasando muy por debajo del radar ante lo que viene a continuación. El naranja está ocultando el negro.

Los llamados ‘hombres de negro’ de Bilbao están haciendo una gran temporada en el tercer curso de Jaume Ponsarnau en el banquillo con un histórico del club como Javi Salgado a su lado. Un equipo nacido en LEB Plata en el año 2000 y que en sólo 4 años conquistó la ACB con Txus Vidorreta en el banquillo y el citado Salgado en la pista. Sólo un paso de un año por la LEB en 2019 empaña una historia brillante para un equipo que pasa mucho más desapercibido de lo que realmente merece. En Bilbao juegan viejos conocidos como Zoran Dragic o Rubén Domínguez y es el equipo donde fue cedido Alberto Díaz en 2014 para seguir progresando y convertirse en el jugador que es hoy.

Equipo heterogéneo

En Bilbao este año ha perdido el Real Madrid y los vascos suman 3 victorias en los últimos 4 partidos. Un equipo heterogéneo que suele tener que reinventarse cada verano por las exigencias del mercado. Un equipo donde conviven una estrella americana de la universidad de Michigan con nombre de boxeador, un sueco, un noruego, un polaco, un estonio, un esloveno o un islandés que con 16 años era pastor de ovejas. Un equipo con corazón y calidad que a final de año siempre hace sus deberes. Un equipo que sabe ganar y lucha por hacerlo cada partido.

En el pre Draft de 2018, los medios americanos hablaban, gracias a un reportaje de ESPN, de la historia de un jugador de 2.16 metros que vivía con su familia en una granja de ovejas en el norte de Islandia y que podía convertirse en jugador de la NBA. Es la historia de Tryggvi Hlinason que refleja muy bien un documental de ACB, Kindur, donde Rafa Martínez le visita en su granja familiar de Svartarkot. "Incluso los islandeses dirían que crecí en medio de la nada".

Un joven que viajó con 16 años a la ciudad de Akureyri para convertirse en electricista y ayudar en la granja familiar, aunque descubrió el baloncesto o, mejor dicho, el baloncesto le descubrió a él. Tres años después fichaba por Valencia Basket y llamaba la atención en Estados Unidos. A sus 27 años está jugando la mejor temporada de su carrera y es una amenaza seria para la pintura malagueña.

Abdur Rahkman, al que su padre llamó Muhammad Ali en homenaje al único y mítico boxeador, es el otro gran peligro de los bilbaínos. Mejor jugador de la universidad de Michigan en la final universitaria de 2018, donde anotó 23 puntos y se convirtió en el jugador con más partidos (144) en la mítica universidad. Sólo se doblegó ante la Villanova de las ahora estrellas de la NBA Jalen Brunson, Mikal Bridges o el máximo anotador de esa noche con 31 puntos, Donte DiVincenzo. Rahkman y Pantzar lideran esa batería exterior que Unicaja deberá parar para sumar su quinta victoria consecutiva. Carpe Diem…