Opinión | Mapas invisibles

Patricia Godino

Juan y Medio, ahora lo entiendo

Juan Y Medio presenta 'La Tarde aquí y ahora' en Canal Sur TV.

Juan Y Medio presenta 'La Tarde aquí y ahora' en Canal Sur TV. / Europa Press

En un momento de la promoción del programa de Jordi Évole se escucha decir una frase lapidaria a Juan y Medio, su invitado y protagonista de la primera entrega de la nueva temporada: "Decían que a mi programa venían viejos verdes y viudas cachondas".

Confieso que fui una de ellas. No una viuda cachonda -no hay finado en mi historial- sino una de esas atildadas y bisoñas periodistas que al ver el programa en las sobremesas de Canal Sur levantaba la nariz y soltaba una perorata acerca del compromiso por la excelencia que debe regir la televisión pública que pagamos todos, del tópico que alimentamos con viejas que ríen a carcajada limpia, de si había mofa o juego, de si no eran relatos en primera persona sino pornografía de los sentimientos en busca de audiencia.

Recuerdo emplear largos ratos con mi padre tratando de encauzar el gusto televisivo de aquel hombre por 'elprogramadeJuanyMedio'. Así, todo junto. No hacía falta mucha teoría en la respuesta de ese niño de la posguerra, dueño de una biografía dickensiana como manda el canon de una infancia demasiado corta: "A mí es que me gusta lo que hace este hombre", contestaba, y contesta, desde el sillón de ese piso espartano donde se cocina en abundancia para saciar un hambre pretérita.

¿Y qué es lo que hace Juan y Medio? Sólo la edad y la consciencia misma del desamparo que significa la soledad no deseada para todos, pero, sobre todo, para las personas mayores me ha hecho entender, ay, aquello de que la vida iba en serio.

Fue la breve Primera Ministra Theresa May la que puso en marcha en Reino Unido, en 2018, la Secretaría de Estado de la Soledad en un país donde los estudios demuestran que hay más de nueve millones de británicos a los que la soledad afectaba a su salud. Tres años después, Japón dio a estas políticas categoría de Ministerio cuando en la sociedad nipona se disparó el porcentaje de suicidios tras el aislamiento que supuso la pandemia de Covid.

En España, a nivel autonómico, Cataluña, Castilla y León o País Vasco son las comunidades que han abordado en los últimos años este enfoque desde sus políticas sociales. En Andalucía, el Gobierno que premió el pasado 28F a Juan y Medio con la Medalla de la Solidaridad y la Concordia apenas ha movido ficha en este asunto. Al menos no lo ha incorporado como eje en sus debates, por demás, casi siempre inmersos en la centrifugadora nacional en que se mueven los partidos y sus líderes. Y datos hay de sobra para ponerse a trabajar. En 2020, la Consejería de Igualdad presentó un estudio del catedrático de Sociología de la Pablo de Olavide Juan Manuel García que concluía que el 47% de las personas mayores de 55 años se encuentra en situación de soledad no deseada.

 El 47% de las personas mayores de 55 años se encuentra en situación de soledad no deseada, según un estudio de la Consejería de Igualdad de 2020 coordinado por el catedrático de la UPO, Juan Manuel García

Desde las políticas estatales, fue Ione Belarra, como ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, la que trabajó con el Imserso en la Estrategia Nacional contra la Soledad No Deseada. Y ahí quedó el intento.

No explicaré en estas líneas la dinámica del programa porque lo conocen de sobra. Lleva en la pantalla de Canal Sur desde 2009 y el formato se ha copiado en otras televisiones y con otros rangos de edades con más o menos éxito. El de Juan y Medio, su éxito, es desdramatizar retazos de vida que, sacados de ese contexto, sirven para radiografiar una generación entera de mujeres y hombres, precisamente aquella deudora de la castración emocional que impulsó el que murió en la cama hace ahora 50 años.

Dicta el canon del buen articulista relegar la primera persona en las columnas de opinión. Perdonen la referencia familiar. Y perdona la antipatía de mi juventud, Juan, ahora lo entiendo.

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