Opinión | Viento fresco

Olores electorales o a puchero

El espectáculo vivido en el Congreso con la votación sobre las pensiones deja heridas, yayos jodidos en sus pensiones y a la antipática number one, contenta

Josep María Crusset admira a Miriam Nogueras en una sesión del Congreso.

Josep María Crusset admira a Miriam Nogueras en una sesión del Congreso. / Efe

Huele a elecciones igual que hay días que huele a carne con tomate, a puchero o a desinfectante. No van a ser de inmediato, pero se percibe que el Gobierno está asfixiado, que pierde las votaciones y que no todos sus socios son de fiar. Junts, liderado en Madrid por la sonrisa más antipática de España, tumbó el decreto que entre otras medidas contenía la subida de las pensiones. También votó no Vox y el PP. La derecha tiene banderas diferentes pero similares intereses.

Sánchez ha puesto fecha de caducidad a muchos de sus ministros haciéndolos candidatos en sus autonomías. Ese es otro factor que aromatiza de interinidad al Ejecutivo. Abascal se ve de vicepresidente igual que un dependiente de grandes almacenes que no ha vendido ni un traje se ve de jefe de planta. Vox solo lanza mensajes emocionales, no actúa, y esa es la fórmula que lo consagra como tercera fuerza.

Feijóo no propone nada, solo va a la contra, su programa es que malo es Sánchez. Por el camino ha perdido las gafas. Miguel Ángel Rodríguez le dijo una vez a Aznar: no hagas nada, no metas mucho la pata y serás presidente. «cada día que pasa sumamos mil votos». Ahora a quien susurra Rodríguez al oído es a Ayuso.

A lo mejor alguien le ha dicho a Feijóo no hagas nada y lo ha tomado al pie de la letra: se le va la vida pasándolo mal en las entrevistas, defendiendo al indefendible de Mazón y cuidándose de las puñaladas de los ayusers y de algunos que se sienten por él postergados.

Sánchez, puro cálculo, no va a presentar pronto un nuevo decreto de pensiones. Prefiere que la presión de los yayos se ejerza sobre los que han votado en contra. Los cambalaches de esta clase política van a joder a cientos de miles de jubilatas. A Pedro Sánchez, que habla inglés, lo alaban en Davos, donde tildan a España de motor económico de la UE mientras el salario medio en España es una mierda y no hay quien se compre o alquile un piso. Muchos de los que dicen que la situación es insostenible querrían sostener una situación peor. No falta quien lleva años viviendo de decir en el escaño que la situación es insostenible. Todo se sostiene en un inmenso teatrillo al estilo de ‘Aquí no hay quien viva’ con gente viviendo muy bien en tal coyuntura. De sostenes va la cosa: PP y PSOE pugnan por tener sostenedores que les den mayoría. De momento les están dando mucho por ahí. Los pequeños van a lo suyo. Huele a elecciones, tal vez. Otros piensan que huele que alimenta.

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