Modos de envejecer

Envejecer es perder la curiosidad, pasión que nos hace interesarnos por todas las cosas, en especial por las más nuevas (relegadas por los que se agotan en la carrera, que en efecto es agotadora) y las más viejas (olvidadas por los que solo se excitan con lo nuevo, otro modo de disfunción eréctil). Hay quien no puede perder la curiosidad porque nunca la ha sentido y mantiene cada día de su vida el mismo rictus de incomprensión hacia el mundo que cambia: un estatuto vital que le viste de respetable. Otros la tuvieron y por cansancio o dejadez la han ido perdiendo; en ellos se nota más la marchitación de ideas, gustos, actitudes, pero es envidiable su capacidad para gozar del pasado envueltos en su razón; ¡dichosos! Y luego están los más infelices, obligados por una cruel biología a no perder nunca la curiosidad por todo y a tener a flor de piel un gesto de entusiasmo; ¡pobres!