¿Europa? Más coraza y menos grasa

Europa, como zona de confort del mundo (empezando por el de los europeos) ha estado siempre en riesgo, al descansar desde la II Guerra en un protectorado USA, aunque solo ahora, cuando empieza a cerrarse el paraguas, empiece a percatarse del peligro. ¿Es tan grave que ocurra? Nada tiene verdadero valor si no se gana. «La Europa de sus fronteras», como se denominaba en una vieja y perdida novela futurista de hace más de 30 años, será un hecho o sí o sí, y la razón de ser de una frontera es defenderla. Habrá que echar la mirada atrás para encontrar a los primeros defensores democráticos de un ejército europeo, desde la centrista UEF (Unión de Federalistas Europeos) a socialistas marginados como Fernando Morán. Construir con piezas así un ideario no será fácil, pero sería suicida pensar en un europeísmo incremental, que engorde todavía más la burocracia, en lugar de aligerarla.

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