Opinión | Viento fresco

Junqueras, condónanos a todos

Sánchez hace una concesión a Cataluña y Montero reparte café para todos. De paso, los barones del PP no saben si apuntarse al condoneo o hacer caso a Feijóo

María Jesús Montero.

María Jesús Montero. / EP

Junqueras, condónanos a todos. ERC ha conseguido que el Gobierno ofrezca una quita de la deuda, un perdón, a las comunidades autónomas todas. Las cesiones del PSOE para que Sánchez siga en Moncloa, aún muy discutibles en ocasiones, son finalmente en este caso buena para todos. La deuda no se elimina, símplemente se transforma o traslada pero ahí es nada que ahora las autonomías tengan más pasta. Para sanidad o dependencia, largas listas de espera en comunidades como Andalucía, educación o lo que quieran. Andalucía es la más beneficiada de esa quita. Sánchez se fuma un puro mientras echa a pelear a los barones del PP: unos quieren la deuda con condón, condonada, y otros prefieren la guerra, el argumentario y seguir endeudados. La alta deuda de las autonomías evidencia algo: se gestiona nada más que regular. Ya desde hace tiempo, que el deudazo no se ha contraido ahora solamente.

Toma el dinero y corre, habría que decirle a los presidentes autonómicos, o toma el dinero e invierte. Feijóo dice que todo es una trampa pero si se le hace caso las autonomías siguen entrampadas. Aquí se ha seguido la consigna del café para todos y los que dicen que María Jesús Montero tiene el punto débil, como candidata del PSOE en Andalucía, de que hace cesiones a los catalanes, habrían de pensar con otro enfoque: tal vez la única manera de que Andalucía no sea perjudicada es que la ministra de Hacienda sea andaluza. Es más: por puro cálculo electoral le interesan las concesiones a todos, por ende a Andalucía.

Debemos hasta de callarnos, que dice el castizo. Oriol Junqueras sería un buen presidente de Comunidad. De vecinos. Esos que logran renegociar la deuda a pesar de que el del Tercero B no quiere ni el toldo homologado, ni mejoras en la piscina ni que se negocie la deuda. Encima, forma jaleo por las noches.

Quitarnos la deuda: hágase el milagro aunque lo haga el diablo, asevera el dicho. No, si te parece, decimos que no y pagamos. Otra ronda.

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