Opinión | MARCAJE EN CORTO

Futbolista en activo, a los 60

Supimos hace varias temporadas de la increíble historia de un futbolista que seguía federado, en un equipo de la Regional madrileña, a sus 57 años de edad. Pues justo hace unos días hemos podido comprobar que Osvaldo Fabián Iglesias, con 60 ya cumplidos, sigue en activo. Y que comparte vestuario con su propio hijo en la Agrupación Deportiva La Cabrera.

El reportaje suscrito por Ezequiel Ochoa arroja bastante luz sobre un auténtico fenómeno de la naturaleza, pues no ni mucho menos habitual ver a jugadores a los que su físico les haya permitido competir con aquellos que pueden ser sus propios nietos, después de haber superado la barrera del medio siglo de vida. Lo que ya resulta absolutamente insólito es no sólo romper esa barrera de edad, sino que incluso a los 60, nuestro protagonista no haya perdido la ilusión por saltar al césped cada fin de semana.

Iglesias se formó en su Argentina natal. Ya fue niño federado y hasta intentó acceder a River Plate. Recuerda que de pequeño era muy habilidoso, pero sus cualidades no le dieron para abrirse camino en el fútbol profesional. Hace algo más de tres décadas optó por mudarse a España, donde reside desde entonces este arquitecto de profesión, y no tardó en continuar con su pasión en una localidad muy próxima a la capital madrileña.

Sostiene que no se trata del típico futbolista veterano al que le fallan las fuerzas. «Mis partidos los peleo, los lucho», afirma. Y es que compensa su falta de calidad, como reconoce él mismo, con no dar un balón por perdido. Además, en el club verde en el que milita compagina los encuentros en la última categoría federada de su comunidad autónoma con tareas de entrenador del conjunto benjamín.

A su juicio, uno de los aspectos que responde a la pregunta sobre cómo es que sigue en activo a estas alturas de la vida, pasa por ese instante en el que se calza las botas para saltar al terreno de juego. «Juego con las mismas sensaciones de cuando tenía 16 años. El mismo nerviosismo», agrega. Y apunta que los argentinos viven la pasión del balompié casi con la misma entrega que depositan en la familia, que no obstante «es lo primero».

¿Podremos volver a escribir sobre su dilatada trayectoria dentro de tres años? Eso nadie lo puede saber. Pero ya fue noticia a los 57, ahora lo vuelve a ser a los 60, y si se mantiene en activo para 2028 habrá superado el listón que en este momento marca, de manera provisional Robert Carmona. Es considerado a sus 62 años como el futbolista más veterano del mundo, así como de la historia de este deporte.

Su última etapa profesional la ha vivido en la cuarta división de Uruguay. Hace unas semanas declaraba a un medio de Arabia Saudí que será «muy difícil» que alguien pueda repetir su hazaña. «Estoy esperando a ser honrado por la FIFA», manifestó en dicha entrevista. En su trayectoria figuran nada más y nada menos que 49 clubes, así como una lista de más de 2.200 encuentros oficiales.

Lo cierto es que cada vez es más habitual ver en las principales competiciones a futbolistas de más de 40 años. En ese club ha entrado en febrero un Cristiano Ronaldo que, según trascendió un mes antes, alcanzará los 42 en el Al-Nassr. La renovación por un año la habría acordado por la astronómica cifra de 183 millones de euros, que suponen más de medio millón diarios.

En la Primera División española, Iván Cuéllar «Pichu», el guardameta del Mallorca, sucede esta temporada a Pepe Reina o Claudio Bravo, que también con 40 años eran hasta el pasado verano los profesionales más veteranos. Y con dos años menos también continúa al máximo nivel el croata Luka Modric, que con el cambio de año fue testigo, en el duelo entre su equipo, el Real Madrid, y el Sevilla, de la despedida, de otro histórico con títulos para «dar y regalar»: Jesús Navas. Uno y otro también compartían edad, concretamente 38 años. Justo la que ya ha alcanzado el actual capitán del Villarreal, Raúl Albiol.

Muy cerca de ese guarismo también se encuentra otro internacional con España como Iago Aspas, el ariete del Celta. No ha perdido ni una pizca de capacidad ofensiva pese a su dilatada trayectoria, en la que tuvo un periplo en la Premier como delantero del Liverpool. Y es que a mayor esperanza de vida, más opciones de poder prolongar la actividad física.

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