Opinión | Málaga de un vistazo

Precipitaciones

Qué difícil se hace predecir nada más allá del trompazo en un mundo cada vez más acelerado. Lo urgente y lo importante se han mezclado tanto que ya no sabe uno que es lo prioritario, qué se afrontará antes, qué con mayor dedicación, cuidado y acierto. El tiempo sí se predice bien, aunque ahora es fácil, casi siempre llueve. Pero las otras precipitaciones son más complicadas de prever. La política internacional se va tensando con declaraciones y decisiones que ponen en jaque un modelo que no parece funcionar tan bien desde hace ya demasiado tiempo, al menos para los países que estaban acostumbrados a que siempre les fuera mucho mejor que al resto. El nacionalismo y la extrema derecha se van adueñando del tablero político por todo el globo poco a poco, el mundo se ha vuelto imprevisible y errático, ya nadie se fía del vecino y por instinto los países se cierran de mente y se encierran con eso a sí mismos. La sombra del crecimiento de China como potencia económica eclipsa cualquier otro crecimiento, y vuelve cualquier alianza actual en algo sombrío y pequeño. EEUU se pone la gorra de los negocios y plantea aranceles para abrir debate con todos los países y renegociar condiciones que les sean más favorables, mostrando todo su poder con las pocas fuerzas que le quedan. Mientras tanto, Europa se sacude su letargo y trata de hacerse grande planteando medidas de defensa ante el escenario hostil que se le viene encima. China abre la boca, EEUU levanta la mano y Europa bosteza.

Y sigue lloviendo, cada vez más embarrado el terreno, más difícil no meterse en charcos o no deslizarse por el resbaladizo suelo mojado. Llueve, mientras se avecina la tormenta y se va la calma y siguen cayendo gotas sobre un vaso medio vacío y colmado.

Tracking Pixel Contents