Opinión | Artículos de broma

Noelia no quiere vivir

De la «muy desestructurada» familia se informa que sus padres tenían problemas de adicciones y de salud mental, que tratan los mismos profesionales sanitarios

Manifestación a favor de la eutanasia

Manifestación a favor de la eutanasia / l.o.

El lector contemporáneo traduce el comienzo de Anna Karenina como «Todas las familias felices se parecen, pero las desestructuradas lo son cada una a su manera». La familia de Noelia lleva sobre ese adjetivo de calidad el adverbio de cantidad «muy». De la «muy desestructurada» familia se informa que sus padres tenían problemas de adicciones y de salud mental, que tratan los mismos profesionales sanitarios.

Esas circunstancias familiares hicieron que Noelia pasara parte de su infancia en centros de menores. En 2022, Noelia sufrió una agresión sexual múltiple y unos meses después, puesta de cocaína, se tiró por la ventana desde un quinto piso. No se mató. Quedó en silla de ruedas por una paraplejia completa con la dependencia, los dolores y las consecuencias que tiene la parálisis inferior.

Pidió ayuda para morir el 10 de abril de 2024 y la Comisión de Garantía y Evaluación de Cataluña - un órgano formado por médicos, juristas y expertos en bioética que garantiza la aplicación correcta de la ley de la eutanasia- hizo un informe favorable 3 meses después.

Noelia tiene 24 años.

Su historia, que conmueve con persistencia (cuesta quitárselo de la cabeza) despierta el instituto de protección y de cuidado retrospectivo y presente a cualquier persona psicológicamente normal.

El padre de Noelia acudió a la Fundación Española de Abogados Cristianos para que le asesorara e impidiera que la eutanasia se llevara a cabo y ésta -que está en contra de la eutanasia en cualquier caso porque su religión solo deja la vida en manos de una figura imaginaria- la han recurrido por la vía contencioso-administrativa y la jueza suspendió cautelarmente hace 6 meses esa ayuda a morir.

Fuera de las creencias religiosas y de los sentimientos paternales -en amasijo o por separado- no hay nadie más capacitado para decidir acerca de cómo quiere que sea su vida -en las circunstancias actuales y sobre sus experiencias- y su muerte que Noelia, a la que asiste el derecho a su deseo de acabar de una vez. Si ella está preparada, la obligación de los demás es prepararse.

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