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Cartas al director

Invasión de jabalíes: un problema que no podemos seguir esquivando, por Alejandro Morales

La convivencia entre la naturaleza y la ciudad es un equilibrio delicado, pero en nuestra querida Málaga ese equilibrio se ha roto. Vivo en las afueras de la ciudad, entre Ciudad Jardín y Las Virreinas, zona cercana a los Montes de Málaga, y desde hace meses presenciamos un problema creciente que amenaza la seguridad de nuestros vecinos: la invasión de jabalíes en áreas urbanas.

Lo que comenzó como avistamientos esporádicos, en las zonas poco accesibles del Guadalmedina, se ha convertido en una situación insostenible. Manadas de jabalíes –algunas de hasta seis o siete adultos con una veintena de crías– deambulan por nuestras calles, jardines y parques. Se han visto en las inmediaciones de colegios y zonas de juego infantil. Han llegado incluso a adentrarse en urbanizaciones aprovechando la apertura de puertas para el paso de vehículos y vecinos. Su presencia es peligrosa y cada día se hace más común.

Para agravar aún más la situación, muchos vecinos, ajenos al riesgo o haciendo caso omiso de él, se amontonan alrededor de los jabalíes para grabarlos y hacer fotos, como si de un espectáculo se tratara. Este comportamiento irresponsable no solo pone en peligro a las personas, sino que también refuerza la habituación de los animales al entorno urbano, aumentando el riesgo de encuentros peligrosos.

El problema no es solo el daño a jardines y mobiliario urbano, lo cual ya supondrá un coste considerable para las arcas municipales. El verdadero peligro radica en el riesgo sanitario y vial. Estos animales pueden ser portadores de patógenos, pulgas y garrapatas que afectan tanto a personas como a mascotas. Además, al estar nuestras calles tan próximas a la autovía principal y al acceso norte de Málaga, el riesgo de accidentes de tráfico es alarmante. La colisión con un jabalí de gran tamaño puede ser letal.

Estamos en invierno y la presencia de estos animales ya es preocupante. Pero, ¿qué ocurrirá en verano, cuando la falta de alimento en las zonas naturales los empuje aún más a la ciudad? Con el aumento de las temperaturas, las calles se llenarán de turistas y vecinos hasta altas horas de la noche. La acumulación de basura y el calor solo harán que este problema se agrave, volviendo insalvable una situación que hoy aún tiene solución.

Es imprescindible que las autoridades actúen de manera urgente y efectiva. No podemos esperar a que ocurra una tragedia para tomar medidas. Es necesario un plan de acción coordinado para controlar la expansión de estos animales en las zonas urbanas y proteger la seguridad de los ciudadanos y de los propios animales.

Señores responsables de nuestra ciudad, vecinos preocupados, es el momento de actuar. ¿Esperaremos a lamentarnos después o tomaremos decisiones hoy para evitar un problema mayor mañana?

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