Opinión | 360 grados

Zelenski dice que Putin «morirá pronto»

Si Zelenski está tan seguro de lo que dice, es decir de que Putin “morirá pronto”, ¿habrá tenido sentido una guerra de antemano perdida?

El presidente de Rusia, Vladimir Putin

El presidente de Rusia, Vladimir Putin / Europa Press

Cada vez más endiosado por los elogios y constantes abrazos de los líderes europeos, el presidente ucraniano parece creerse últimamente el propio Dios.

¿Cómo explicar si no que en una reciente entrevista con medios franceses, Volodímir Zelenski anunciara al mundo que su homólogo ruso, Vladimir Putin, morirá pronto.

Según Zelenski, que parece haberse metido en la mente del líder del Kremlin, éste teme además su propia muerte.

Si Zelenski está tan seguro de lo que dice, es decir que Putin “morirá pronto”, ¿habrá tenido sentido una guerra de antemano perdida?

¿Por qué no haber aceptado, por ejemplo, los acuerdos de Minsk, que establecían la neutralidad de Ucrania, y esperar a un posible cambio de régimen, con la muerte de Putin, en la Federación Rusa?

El problema es que Zelenski tiene fama de fantasioso y de creerse sus propias mentiras e intentar convencer de ellas a sus interesados interlocutores.

Propaganda

Ocurre además que la narración de la guerra de Ucrania se ha hecho aquí siempre con la propaganda de Kiev y Bruselas, que han abultado hasta lo inverosímil las bajas rusas y minimizado las ucranianas.

Zelenski sigue insistiendo en que vencerá a (1) Rusia con tal de que la OTAN le proporcione el dinero y las armas que pide, sin que arrastrar a más generaciones de ucranianos al matadero parezca importarle demasiado.

Y a diferencia del presidente de EEUU, Donald Trump, que ha decidido que de Ucrania sólo le interesan sus riquezas minerales y energéticas, los gobiernos europeos parecen empeñados en una batalla final, una especie de Armagedón, entre democracias y autocracias.

Franceses y británicos, cuya beligerancia frente a Moscú sirve para ocultar la gran impopularidad de sus dirigentes, hablan continuamente de enviar tropas, una vez firmada la tregua, a la parte no ocupada de Ucrania.

De nada sirve que Trump haya dicho que esas supuestas fuerzas de paz no tendrán la cobertura aérea de Washington ni que Putin haya afirmado, por su parte, que no tolerará su presencia porque son de países enemigos.

Da igual, todo sirve al gran proyecto de la UE, que consiste en embarcar a todos sus miembros en una economía de guerra, única forma que se les ocurre a sus líderes de parar la desindustrialización del continente.

(1) El coronel y politólogo estadounidense Douglas MacGregor, muy crítico con Kiev, habla de más de 1.2 millones de bajas ucranianas.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents