Opinión | Notas de domingo

Secretos míticos

Un gasto imprevisto, un acto poético, sentimientos que van y vienen

Los Secretos

Los Secretos

Lunes. Viene uno con la espalda herida por el clavo sufrido en el taller y para paliar el dolor, la melancolía y las ganas de meterle fuego a alguien o algo, pongo una emisora de esas musicales que por la mañana tienen programas cachondones o al menos distendidos. Y me salen Los secretos con aquel tema: A tu lado. Voy a cambiar de emisora pero me envuelve la letra y la melodía y me pongo algo tierno. Qué cambiantes los sentimientos. O qué agradecidos a cualquier estímulo externo. Los sentimientos. Tan tierno me pongo que no veo un semáforo y tengo que pegar un frenazo que es duramente reconvenido por el caballero que conduce el coche de atrás. Que no contento con vociferar hace aspavientos y gestos. Recuerdo una columna de hace muchos años en El País del inolvidable y olvidado Joaquín Vidal, cronista taurino hiperleído (la corrida era lo de menos) en la que contaba con sorna e ironía como algunos conductores, al adelantarlo, él siempre iba despacio, le hacían el gesto de los cuernos. Seguramente, aseguraba, «por que sabían mi afición taurina y me expresaban así, y tocándo el claxón, su cariño». Aparco. Lo cual no es triunfo menor.

Martes. El salón del Museo Rando impone. Llenazo. Mujeres sobre todo. Y allí, rodeados de arte y estímulos, presento un recital poético con cinco poetas en danza lanzando versos y generando emociones diversas, variadas. Cinco voces, cinco estilos, cinco edades. La poesía vive buenos tiempos, lo cual es una afirmación arriesgada. Actuo de presentador junto a Isabel Romero, gestora cultural y organizadora del evento. Al acabar, animada charla en corrillo de poetas y más poetas. De camino a casa se me viene a la cabeza la novela ‘Ávidas pretensiones’, de Fernando Aramburu (basada en el libro hay una película -La manzana de Oro, de Jaime Chavarri- con un elenco estupendo que sin embargo no funciona y da un resultado mediocre). La novela narra el encuentro de un nutrido grupo de poetas en un convento, con sus monjas y todo, durante tres días en los que han de convivir, participar en unas jornadas y fallar un premio. Es divertida, humorística a ratos. Cada poeta con sus anhelos, envidias, talento o falta de talento, amoríos, premios o ninguneos. Hay parodia y algo de gamberrismo saludable.

Miércoles. Mesón Astorga. Lleno. Mis acompañantes se decantan más por la pierna de cordero pero yo prefiero el marmitako. Urge un ranking de marmitakos (en euskera, de la marmita) de mi ciudad. No hay muchos sitios donde lo preparen. Cuando nos lo ofrecen me llevo una grata sorpresa. Buenísimo. De entrantes, cogollos y unas berenjenas fritas con miel de caña, plato para mí pasado de moda y empalagoso, pero, en este caso, muy conseguido. Bebemos un Habla del silencio, que es vino extremeño y serio. Le tengo un singular cariño al Mesón Astorga. Allí recalamos el pasado dos de diciembre un puñado de buenos amigos tras el acto de inauguración de la calle dedicada a mi señor padre, Rafael de Loma, en el barrio de Dos Hermanas. Allí, en el Astorga, hace mil años, quizás mil quinientos, celebrábamosen un reservado lo que dimos en denominar el Foro Astorga, que no era otra cosa que una cena mensual de un grupo de periodistas con algún personaje. Recuerdo que llevamos a Antonio Soler, a Celia Villalobos, Esperanza Oña, Salvador Moreno Peralta y otros muchos. Diego Narváez y Antonio Roche (por aquel entonces El País y Sur) eran algunos de los compañeros asistentes. De allí saliamos cargados de claves y con algún que otro off the record e incluso noticia. Yo, muy joven, salía además impresionado por ciertas franquezas y lenguaje. Deslumbrado, incluso. Ahora hay algún que otro contubernio similar pero habría que ir fundando otro. Yo lo llamaría Foro Marmitako. Fantaseo con el primer invitado.

Jueves.. «Las palabras son el esqueleto de las cosas por eso duran más que ellas». (Ramón Gómez de la Serna).

Viernes. Con tanto visitarnos, la lluvia ignora que nos estamos formando una nueva opinión sobre ella.

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