Opinión | La libreta del duque de Chantada

Melwin Pantzar, el seguro del Bilbao Basket

El pequeño Pantzar jugaba al baloncesto en la escuela, pero luego pasaba más tiempo en el pabellón, unas 4 o 5 horas al día con la pelota naranja

Melwin Pantzar

Melwin Pantzar / Wikipedia

Cuando naces en una pequeña ciudad de un país sin gran tradición de baloncesto, llegar a la élite es muy difícil, aunque te encuentres a solo 40 kilómetros de la capital. En el Valsta Sim & Sporthall de Marsta comenzó a jugar con 6 años al baloncesto el pequeño Melwin por expreso deseo de su madre sin pensar que 9 años después ya estaría jugando en la primera división de Suecia y sólo un año más tarde en el Real Madrid. Son cosas muy difíciles de imaginar por mucho que te lo propongas.

El pequeño Pantzar jugaba al baloncesto en la escuela, pero luego pasaba más tiempo en el pabellón, unas 4 o 5 horas al día con la pelota naranja. Como contaba en una entrevista en Radio Estocolmo, iba creciendo y cada vez pasaba más tiempo allí. Jugaba en el Sigtuna Basket, pero le llegó la llamada del poderoso AIK Basket Solna Vikings con 15 años. Los ojeadores del Stella Azzurra Basketball Academy de Roma le vieron jugar y le invitaron a disputar un torneo en Hungría. Hizo un gran campeonato y en la final le tocó jugar contra el Madrid.

El verano siguiente estaba en la capital de España para hacer una prueba con el equipo blanco y con 16 años comenzaba su gran aventura. «Fui a hacer una prueba, me querían, yo quería estar allí y fue muy fácil». Aunque no todo fue de color de rosas: «El primer año fue difícil, mis amigos y familiares estaban en Marsta y no sabía el idioma, pero el Madrid me cuidó mucho», declaraba a P4 Estocolmo.

Pablo Laso lo hizo debutar nada más cumplir la mayoría de edad. Con 18 años y 4 días jugaba 40 segundos frente al Fuenlabrada y comenzaba su paso por la ACB en un partido que no recuerda muy bien: «Tenía muchos nervios. No me acuerdo mucho porque estaba muy nervioso». Era un equipo con pocos huecos en su posición ya que tuvo que convivir con Facundo Campazzo, Luka Doncic y Sergio Llull.

Pantzar ha sido el MVP de una jornada en la LEB Oro, con 53 de valoración con el Baloncesto Valladolid gracias a 38 puntos, siete asistencias, cinco rebotes y 12 faltas recibidas. Todo ello saliendo desde el banquillo. Con Bilbao Basket también ha sido el MVP de una jornada en la ACB ante el Valencia la temporada pasada con 32 de valoración gracias a 23 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias, 2 recuperaciones y 6 faltas recibidas con solo un lanzamiento a canasta fallado.

Melwin Pantzar es muy religioso y reza antes de los partidos. Y además lo hace por los jugadores de los dos equipos y finalmente por sí mismo: «Creo en Dios y me ayuda»”. A sus 25 años todavía busca sus límites y será el timón del equipo de Ponsarnau y de otros viejos conocidos del Carpena como Rubén Domínguez o Zoran Dragic, que el sábado buscarán dar la sorpresa en Málaga y llevarse una victoria de prestigio en un momento emocionalmente difícil para ellos.

El equipo vasco está inmerso en la final de la FIBA Europe Cup frente al PAOK y la próxima semana se juegan el titulo en Salónica defendiendo una exigua renta de 7 puntos. Buenas fiestas y Carpe Diem… n

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