Opinión | La Libreta del duque de Chantada
La Reina, el Jilguero y el equipo de Pepe en el camino de Unicaja
Todo el mundo espera una final española el domingo con Unicaja y La Laguna, pero...

ALberto Dïaz abraza a Sima tras la final contra el Tenerife en la pasada FInal Four de la BCL / Unicaja Photopress
En Atenas viviremos una Final Four de dualidades. Dos equipos españoles contra dos equipos «vecinos» que tradicionalmente no se llevan bien, pero que tienen muchas cosas en común.
Las siglas AEK significan Unión Atlética de Constantinopla, como bien recordó ayer en este periódico Juan Carlos Bonilla. Fue fundado en 1924 por los refugiados de origen griego, muchos pertenecientes a la élite cultural y económica, que huyeron de la capital turca cuando empezaron las cruentas guerras entre ambos países. De hecho, en su escudo figura el águila bicéfala de la Iglesia ortodoxa y sus colores, amarillo y negro, reflejan su vinculo con el Imperio Bizantino.
Estamos ante dos equipos puramente de baloncesto, Unicaja y La Laguna Tenerife, contra dos clubes de fútbol que tienen sección de baloncesto.
El nuevo campo de fútbol del AEK, inaugurado en 2018, se diseñó para evocar la arquitectura bizantina, con arcos dorados y detalles que recuerdan a la inigualable Santa Sofía.
El Galatasaray, el gran club de la parte europea de Estambul, es el sueño de un grupo de estudiantes liderados por Ali Sami Yen de crear a comienzos del siglo XX un colegio. Nadie pensó entonces que un siglo después fuera esta gran estructura deportiva y que iba a contar con la escuela laica más importante del país y tener entre sus ex-alumnos ilustres al padre de la nueva Turquía, Mustafá Kemal Atatürk.

El Unicaja a su segundo título de la BCL en la mejor Final Four de la historia de la BCL. / Unicaja Photopress
La Reina desafía al campeón
El origen noble de la mayoría de sus fundadores y sus primeras victorias le dieron al AEK el sobrenombre de «Vasílissa», la Reina, en contraposición con su gran rival el Olympiacos, conocido como «O Thrylos», el Rey, y para separarse del otro gran equipo de Atenas, el Panathinaikos, club de origen obrero.
Los griegos han jugado todas las ediciones de la BCL levantando el trofeo en 2018. Su capitán es el excajista Mindaugas Kuzminskas y su gran estrella Hunter Hale, un jugador que este pasado verano pudo llegar a Málaga si Tyson Carter hubiera encontrado acomodo en la Euroliga.
Hale es un grandísimo jugador que nunca lo ha tenido fácil. Llegó a la liga universitaria como jugador sin beca y en su primer año sólo jugo 11 partidos. Se transfirió dos veces de universidad y en su último año cuando se disponía a jugar el cuadro final de la NCAA con la universidad de Winthrop, la competición se paró por el COVID-19, y Hale no pudo despedirse en la cancha.
Había llegado a Winthrop desde la segunda división universitaria y para que todos lo supieran pidió que le llamaran «D-2». «Me han subestimado toda la vida», declaraba a The Herald. «Era muy pequeño y no me tomaban en serio pero sabia tirar a canasta».
Halle jugaba hasta el anochecer en el patio trasero de su casa hasta acabar con las rodillas sangrando de caerse en el cemento. Su tío Anthony Stuckey era su entrenador. «Debías tener 15 años para jugar con los mayores en las pistas del Bronson Athletics Club, pero apoyado por sus dos hermanos, H´lan y Herschal, jugaba con sólo 11 años». Su gran objetivo era poder jugar al menos 10 años como profesional y lo cumplirá, ya lleva 4 y seguramente en las próximas temporadas le veremos jugar en España, a lo mejor en Málaga, siempre sin olvidar las enseñanzas de sus padres: «Juega donde te acepten, no donde te toleren».
Será un rival duro para Unicaja que, a pesar de jugar en la casa del anfitrión, es el favorito del partido. Por calidad y por plantilla. Ibon Navarro llega con los deberes hechos y el equipo fresco. No hay ningún jugador cajista entre los 50 que más minutos juegan de la competición. La moral de las últimas actuaciones en la Liga Endesa debe obrar el resto. No será difícil, será muy difícil pero es un partido que no se puede escapar. Kameron Taylor, el hombre de la eterna sonrisa, puede ser la clave.
El jilguero laico contra el equipo de Pepe Cabrera
La primera equipación del Galatasaray fue camiseta roja y pantalón blanco. Sólo duró dos años. Tras una dura derrota consideraron que daba mala suerte y el fundador Ali Sami Yen en 1908 decidió buscar una tienda de telas para buscar inspiración. El tendero le enseñó una tela rojo oscuro y otra amarillo casi anaranjado. Al verlas juntas, Ali Sami Yen pensó en la belleza del jilguero y las en llamas ardiendo. Ya tenía colores para su equipo... y hasta hoy.
El gran peligro del equipo turco es el base Will Cummings. Ha sido máximo anotador de las ligas griega y alemana, ha ganado la Eurocup con Darussafaka, ha jugado para entrenadores como David Blatt o Vincent Collet y siempre ha sido protagonista.
Tiene claro cuál es su sitio. «Los muchachos en Europa crecen soñando con la Euroliga como nosotros con la NBA. Para mí todo lo que no sea la NBA es igual. No me importa jugar la Eurocup o la BCL».
Su única prioridad es la libertad para tomar decisiones, jugar minutos e influir en el juego. Vamos, que Hunter Halle podría jugar en el Unicaja, pero Will Cummings no. Cuestión de carácter.
Rob Gray, un viejo conocido de Unicaja de las últimas temporadas en la Eurocup, cuando jugaba en el Mónaco y el dominicano Ángel Delgado, habitual de la ACB, son las amenazas conocidas del equipo turco.
La Laguna Tenerife es de sobra conocido para todos. El equipo de Marcelinho Huertas y de Giorgi Shermadini y de Txus Vidorreta pero también el equipo de Pepe Cabrera. Los laguneros comenzaron a jugar al baloncesto como club hace más de 80 años en la plaza del Cristo, de ahí pasaron a las explanada de tierra de la plaza de Santo Domingo, pero el hombre que convirtió un equipo de pueblo en un equipo profesional fue «el profesor» Pepe Cabrera. Quizás el hombre más importante en la historia de este club. Nos dejó hace 14 años, pero seguro que sigue disfrutando de los éxitos del equipo aurinegro.
Llegan pensando en ganar y pueden hacerlo. Tienen calidad y son el equipo más laureado la historia de la competición.
Como ya pasó en la edición celebrada en Málaga hace un par de temporadas, todo el mundo espera una final española, pero cuidado porque en aquella ocasión como todos recordamos los equipos españoles jugaron por el tercer puesto después de perder ambos sus semifinales.
Este año además el titulo tiene dos premios, la disputa de la Intercontinental, al comienzo de la próxima temporada, y ser el primer campeón de la competición en el año I del anuncio de la colaboración con la NBA. Suerte y Carpe Diem…
- Llevar el móvil donde la salida del aire del coche: la Guardia Civil extrema la vigilancia con multa y 6 puntos de carnet
- Melody, a lo bonzo: Austria gana Eurovisión frente a una España que se autoinmola por enésima vez
- Málaga tiene una de las pocas piscinas naturales infinitas de toda Andalucía: así puedes llegar a sus aguas cristalinas
- Un robo de droga en Cártama lleva a la Policía hasta el pionero de los vuelcos en la Costa del Sol
- Esta es la ruta cerca de Málaga que permite acceder al río más espectacular de Andalucía: es perfecta para hacer en familia
- Esta es la playa de Málaga que tiene una piscina natural de agua dulce pegada al mar: es una de las más bonitas y tranquilas
- Los hombres de trono de la Esperanza, en peregrinación
- Málaga y Sevilla, en comunión en la Cátedra de San Pedro del Vaticano