Opinión | Viento fresco

Feijóo se monta un congreso

El 5 y 6 de julio, con la fresquita, el PP se meterá en renovación. Dicen que han de estar preparados, lo cual es como reconocer que no lo estaban

Dígame.

Dígame. / E. Press

Ha dicho Núñez Feijóo a los suyos que deben estar preparados. Es reconocer que ahora no lo están. El PP celebrará congreso nacional el 5 y 6 de julio. Por esas fechas cumplirá Mazón dos años en el cargo, tiempo que necesita haberlo ejercido para cobrar 75.000 trompos anuales durante dos años. Si no llega a esa fecha, no hay pensión.

«Vamos a pasar del cónclave del Papa al cónclave del PP», ha dicho Feijóo tratando de hacer una gracia como de columnista de provincias y enseñando un ingenio párvulo como de niño travieso que le hace un juego de palabras a su progenitor cuando le entrega la merienda.

Feijóo se empeña tal vez imprudentemente en darle la opción a Sánchez de pillarlo en bragas, de pillarlo cambiando el partido. Más que a su partido, a Feijóo lo que le gustaría es cambiar la realidad. Y Génova por Moncloa.

El último congreso ordinario, de esos en los que sí se discute un poquito de ideología, fue en 2017, cuando se eligió a Mariano Rajoy, el hombre cuya ideología es ser práctico. El congreso que encumbró a Feijóo y defenestró a Pablo o Casado fue un extraordinario en 2022.

El poder político del PP actual emana de un cónclave apresurado y extra más con afán de quitar a alguien que de poner. De hacer cualquier cosa para no enfadar a Isabel Díaz Ayuso.

Habemus expectación por la carrera de los barones por influir. Y por ver quienes son los favoritos del amado líder, más allá de que nominalmente vayan a seguir los Gamarra y compañía. Tal vez la mesa camilla se renueve. No faltará un titular el día después que diga: ‘Feijóo hace un partido a su medida’. Hombre, si te parece la hace a la medida de otro.

Lo que no se puede incluir por dedazo en la cumbre de un partido es el carisma. Feijóo se ha paseado por la Feria de Sevilla solo por dar a entender que Sánchez no podría hacerlo. Pues no sabemos; lo que sí sabemos es que más allá de selfis nutridos y saludos cariñosos, tampoco es que él despertara un gran entusiasmo o alboroto y alborozo. Tal vez eso lo decidió a dar el impulso congresual. Suena feo pero puede saberle a gloria.

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