Opinión | 360 grados

Putin ignora el ultimátum de Occidente y propone a Ucrania conversar en Estambul

“Hay guerra y ofrecemos paz”, afirmó Putin, confiado de que su país está ganando en el campo de batalla

Vladimir Putin, presidente de Rusia

Vladimir Putin, presidente de Rusia / Europa Press

El presidente ruso, Vladimir Putin, ignoró olímpicamente el ultimátum de Occidente para que acepte una tregua inmediata de treinta días en la guerra de Ucrania si quiere evitar nuevas sanciones comerciales y financieras e hizo a Kiev una contraoferta.

Pocas horas después de que los líderes europeos que viajaron a Kiev a mostrar su solidaridad con el presidente Volodímir Zelenski lanzaran su ultimátum, Putin propuso al ucraniano conversaciones directas y sin condiciones el próximo 15 de mayo en Estambul.

El líder ruso dijo que propondría a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, que organizara esa cita. “Hay guerra y ofrecemos paz”, afirmó Putin, confiado de que su país está ganando en el campo de batalla.

La eventual reunión de Estambul sería como una prolongación de la celebrada en la primavera de 2022 en esa misma ciudad y en la que rusos y ucranianos estuvieron a punto de llegar a un acuerdo.

La diferencia, y es importante, es que Kiev habría de tener en cuenta ahora las nuevas condiciones sobre el terreno, cada día más desfavorables para Ucrania.

Aquellas negociaciones se malograron por la intervención en el último momento del primer ministro británico Boris Johnson, quien, junto a los “neocons” de EEUU, animó a Kiev a no firmar la paz con Rusia con la promesa de que tendría las armas que necesitara para derrotarla.

Acusaciones de Putin

Antes de hacer su nueva oferta a Kiev, que Zelenski dijo aceptar a condición de que antes Putin acepte la de Occidente, Putin acusó a Kiev de haber ignorado totalmente la tregua de tres días por él propuesta con motivo de las celebraciones en Moscú de la victoria sobre la Alemania nazi.

Lo que más parece haber indignado al Kremlin de los últimos ataques ucranianos es que provocaron cierto caos en el tráfico aéreo ruso y dificultaron la llegada a la capital de algunos líderes extranjeros invitados.

Para los líderes europeos que boicotearon las celebraciones en Moscú y acudieron en cambio a Kiev debía estar medianamente claro que Putin no aceptaría la tregua ultimátum propuesta por considerarla una simple estratagema para permitir a Ucrania ganar tiempo como ya ocurrió con otras anteriores.

Zelenski no ha ocultado en ningún momento que no piensa renunciar al territorio anexionado por Rusia y que su gobierno o los que le sucedan tratarán de recuperarlo por la fuerza en cuanto puedan.

Putin no ha renunciado a ninguno de sus objetivos iniciales al invadir Ucrania- su neutralidad, desmilitarización y desnazificación -y quiere que Kiev demuestre al mundo si está dispuesta a negociar la paz con esas condiciones.

El presidente de EEUU, que en un principio se sumó al ultimátum a Putin de Kiev y los gobiernos europeos, se mostró más ambiguo en un posterior mensaje en su red social en el que se felicitaba al mismo tiempo de la contraoferta de Moscú. Con Trump es difícil aclararse.

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