Lude, hijo de Olle, nieto de Egon Hakanson

El récord de anotación del baloncesto europeo está en 99 puntos, sólo 1 menos de los 100 de Wilt Chamberlain y 18 más de los 81 de Kobe Bryant en la NBA. El mítico Radivoj Korac jugando para el OKK de Belgrado logró esa gesta jugando un partido de competición continental contra el Alviks BK en los octavos de final de la Copa de Europa de 1965. El base del equipo sueco se llamaba Egon Hakanson.

Era el partido de vuelta. En la ida, los yugoslavos habían ganado con facilidad por 46 puntos y Korac ya avisó anotando 71 puntos. El partido de vuelta era un trámite que se convirtió en parte de la historia del baloncesto mundial. Victoria por 155- 57 y 99 puntos para Korac.

Según contaba Vladimir Stankovic en 2016 en las páginas de Mundo Deportivo, no batió el récord que Chamberlain había logrado tres años antes porque nadie en el banquillo sabía que estaba tan cerca de pulverizar esa marca.

Anotó 34 puntos en la primera mitad (en aquella época los partidos eran de dos partes y no de cuatro cuartos), 65 en la segunda y falló tres tiros libres, algo poco habitual en Korac, que pudieron cambiar la historia.

Egon recordaba aquel partido: «Viajamos en tren (desde Estocolmo hasta Belgrado), no había dinero para el avión. Dos o tres días dando vueltas por Europa. Íbamos solo 8 jugadores porque algunos no pudieron abandonar su trabajo o sus estudios», recordaba.

Él es uno de los patriarcas del baloncesto sueco, su hijo Olle también fue internacional y su nieto Lude, actual jugador del UCAM Murcia, es uno de los líderes del equipo que eliminó a los malagueños en las semifinales de la ACB de la pasada temporada y que este domingo será el invitado en la gran fiesta verde en homenaje al título de la Basketball Champions League logrado el pasado fin de semana en Atenas.

El 29 de enero de este año, mientras Lude jugaba un partido de la Basketball Champions League ante el Nanterre, su abuelo fallecía y roto de dolor tenía este recuerdo para él en la sala de prensa. «Trajo el baloncesto a mi familia. Mis padres, mis hermanos, hermanas y yo, todos jugamos al baloncesto. Su pasión por este deporte nos unió y nos enseñó a amar este deporte», dijo aquel día roto de dolor.

Lude fue descubierto para el baloncesto español por Salva Méndez, el scout que también descubrió a Porzingis o a Peno, y llegó a Barcelona como cadete de segundo año desde el mismo equipo en el que jugó su abuelo y su padre, el Alvik BK.

Después de pasar por Riga, Sevilla, Fuenlabrada, Estudiantes, Zielona Gora y Bilbao, en Murcia ha encontrado la madurez definitiva en su juego a los 29 años. Sólo se ha perdido un partido en lo que va de temporada y es el segundo jugador más utilizado por Sito Alonso después del genial Dylan Ennis. Una gran plantilla a las órdenes de Sito Alonso, que «baila» al ritmo que marca el base sueco, al son que le enseñaron su padre y su abuelo.

El domingo será una jornada de fiesta en el Martín Carpena donde también se juega un partido de baloncesto. Un partido muy importante para ambos equipos. Los murcianos se juegan la posibilidad de colarse en los play off por el título en la campaña en la que defienden el subcampeonato de Liga logrado hace ahora poco menos de un año.

Los cajistas, por su parte, quieren seguir en la persecución del Valencia Basket para intentar huir de ese infernal cuarto puesto que con toda seguridad emparejaría al equipo de Ibon Navarro con el Barça de Joan Peñarroya en cuartos de final y con el Real Madrid en semifinales.

Suerte, Carpe Diem y disfrutad mucho de este domingo del baloncesto y de las otras cosas.