Opinión | 360 grados

Marruecos ofrece a los países del Sahel salida al Atlántico a través del Sáhara

El Reino de Marruecos y la República Argelina están enfrentados no sólo por el Sáhara, sino también por los proyectos de infraestructuras que cada uno defiende

Archivo - El rey de Marruecos, Mohamed VI

Archivo - El rey de Marruecos, Mohamed VI / MAP

Marruecos ofrece a los países de la Alianza de Estados del Sahel (AES) salida al Atlántico por territorio saharaui, que, según el derecho internacional, no le pertenece.

Marruecos quiere convertir el puerto de Dajla, en el Sáhara Occidental, en un importante centro de transporte, que serviría a los países del interior de África como Malí, Burkina Faso y Níger.

Para los saharauis, la aceptación de ese ofrecimiento por esos gobiernos deja al descubierto su hipocresía pues mientras defienden la expulsión de las tropas francesas de sus países, firman un acuerdo con el que ocupa ilegalmente la antigua colonia española.

La Alianza de Estados del Sahel, fundada en 2023 por los tres países citados, emite pasaportes comunes para sus ciudadanos y planea la introducción de una moneda también común que sustituya al franco CFA.

Según un artículo aparecido en la publicación digital tunecina ‘Tunesie numérique’, la aproximación a Marruecos de los tres países del Sahel equivale a su alejamiento de Argelia, lo que puede transformar totalmente la región.

El Reino de Marruecos y la República Argelina están enfrentados no sólo por el Sáhara, sino también por los proyectos de infraestructuras que cada uno defiende y en los que trata de involucrar a otros Estados africanos.

Así, anterior a la Real Iniciativa del Atlántico, puesta en marcha con ocasión de la visita a Marruecos de los ministros de Exteriores de la Alianza del Sahel, es el proyecto de «gasoducto transahariano» proyectado por Argelia.

Éste permitirá a partir en principio de 2027 el transporte directo del gas natural nigeriano casi hasta las puertas de Europa sin necesidad de su transporte en buques por el océano Atlántico.

El acuerdo lo firmaron en julio de 2009 Nigeria, Níger y Argelia al margen de la cumbre de la Unión Africana celebrada en la capital de Ruanda, pero no se volvió a oír hablar del mismo hasta hace tres años.

En 2016, Marruecos inició un proyecto rival consistente no sólo en una gran tubería que cruzaría el Sahel sino también en otra costera de entre 5.600 y 6.800 kilómetros, que, partiendo de Nigeria, atravesaría trece países africanos y acabaría en Marruecos. Su entrada en funcionamiento está prevista para 2029.

Los tres países de la Alianza del Sahel cuentan ya con infraestructuras que les permiten importar y exportar a través de varios puertos marítimos: entre ellos, el senegalés de Dakar, el de Abiyán, en Costa de Marfil, el de Lomé (Togo) o el de Cotonou (Benín).

Pero el acceso a los mismos no ha sido siempre seguro por culpa de los conflictos armados como el que estalló en 2012 entre el Gobierno maliense y los rebeldes yihadistas del norte del país, que culminó en un golpe de Estado protagonizado por un grupo de jóvenes oficiales liderados por el capitán Amadou Sanogo.

La intervención de Francia, entonces muy influyente en la región, y los países vecinos de Malí, opuestos al Gobierno golpista, hizo que muchas mercancías acabaran pudriéndose en los puertos de Dakar, Conakry y Abiyán.

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