Opinión | en corto

pedro de silva

Fontaneros

La denominación de «fontanero» a quienes realizan trabajos «especiales» al servicio del poder viene del escándalo Watergate (1972-1974), que puso fin a la presidencia de Nixon. No se les llamó así porque su labor de espionaje en el hotel donde se reunía el partido demócrata se disfrazara de ese oficio, sino porque quienes participaron lo habían hecho antes en otra «operación especial» de ese nombre. Luego el término se aplicaría en el ámbito del poder al personal multiuso con nómina y nombramiento, pero los genuinos «fontaneros» son gente free lance fuera del cableado del mando, o con fusibles por medio, para operaciones de dudosa legalidad que asumen a su riesgo y ventura. Veremos qué cosa era la «bocachancla» Leire (bautizada así por Julia Otero), y a dónde lleva el cable, aunque desde luego decir que «no estaba en nómina» de Ferraz sea la peor excusa posible.

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