Opinión | Marcaje en corto

Carlitos, ¿qué has hecho?

Pero Carlitos, ¿te das cuenta de lo que has hecho? Espero que con calma vuelvas a ponerte las cinco horas y media de titánica lucha entre gladiadores de la arena, en un circo universal sólo reservado a héroes mitológicos

Alcaraz celebrando el triunfo

Alcaraz celebrando el triunfo / AP

Alcaraz se vistió de Nadal para revalidar su primer título de «rey de la tierra» en Roland Garros. De otra forma no puede describirse lo que Carlitos consiguió este domingo en París. Destrozó a un Jannick Sinner que no había dejado escapar ni un set hasta endosarle dos al murciano en la propia final. El número 1 volvió a desarrollar su juego con precisión alemana (el italiano recordemos que nació en una localidad que los lugareños, cuya lengua principal es la germana, conocen como Innichen). Sin embargo, el de El Palmar tiró de corazón y carisma. Hizo de latino. Lo que a Sinner no le sale. Hasta meterse en el público en el bolsillo, al más puro estilo de Nadal. Lo demás forma ya parte de la historia del tenis moderno.

Pero Carlitos, ¿te das cuenta de lo que has hecho? Espero que con calma vuelvas a ponerte las cinco horas y media de titánica lucha entre gladiadores de la arena, en un circo universal sólo reservado a héroes mitológicos. Ahí podrás comprobar cómo en este otro teatro de los sueños, auténticas estrellas del firmamento del espectáculo intentaban buscar explicación a tu pundonor. Spike Lee te lo ha expresado nada más conquistar tu segunda Copa de los Mosqueteros. Dustin Hoffman parecía no despertar de este maravilloso guión. Nadie vio nunca antes una finalísima tan intensa y equilibrada dentro torneo de los torneos para tu deporte.

Sigues destrozando registros. De precocidad, de capacidad de sacrificio, de fórmulas con las que romper la maquinaria de precisión de un jugador nacido bajo esos témpanos que dan paisaje a los Alpes italianos, como se nos antoja tu buen amigo Sinner. A tus 22 años te has convertido ya en el tercer jugador más joven de la historia en alzar cinco «títulos grandes». El sueco Borg lo hizo con 21, mientras que Nadal, tu ejemplo de deportista, como el de toda España, sólo tenía un día menos que tú cuando se convertía en pentacampeón, como ahora lo eres tú, de algún Grand Slam.

Te honra sobremanera haberle dedicado el triunfo a este público que ya hizo gigante a tu antecesor, que ya agitó la bandera de España en París (ahí es nada) como si fuese propia. Te honra romper de nuevo el protocolo. Salir de la tierra batida a toda velocidad para subir al palco donde te esperaban los tuyos. Tu familia, encabezada por tus padres, tu equipo, con Juan Carlos Ferrero como principal mentor y eterno guía para tus éxitos, y todos esos allegados que tan fundamentales son a la hora de superar derrotas (justo en esos momentos en los que más se aprende).

Sueña, Carlitos. Sigue soñando. Que tus sueños hacen soñar. Que se hacen realidad al tiempo que todo un país sueña contigo. ¿Sabes, maestro? Sólo otros cinco jugadores en toda la historia fueron capaces de remontar dos mangas en una final parisina. Borg lo hizo en 1974, el checo Lendl, diez años más tarde, o el estadounidense Agassi, que este domingo se ha rendido a tus pies, en 1999. En este siglo sólo lograron tal gesta el argentino Gaudio, hace 21 años, y el serbio Novak Djokovic, en la final de 2021 marcada por las restricciones impuestas por la pandemia.

No es el único camino por el que has inscrito de nuevo tu nombre, aún tan joven, en la historia del tenis moderno. También eres ya la tercera raqueta que gana una final de Grand Slam después de salvar puntos de partido, como los que en el cuarto set lograste evitar ante Sinner. Gaudio lo consiguió ante Coria en la reseñada final parisina de 2004. Y hace ahora seis años, en aquel último acto de Wimbledon, que para muchos de nosotros acabas de destronar como la mejor final televisada de la historia, Djokovic doblegó a Roger Federer en circunstancias similares.

Alcaraz se ha plantado en lo más alto de París, donde Sinner no sucumbió hasta recibir un doloroso 10-2 en la definitiva muerte súbita, con la friolera de 20 títulos dentro del circuito profesional. A los dos grandes en Londres, los de 2023 y 2024, hay que sumarle los dos también seguidos en Roland Garros y ese quinto Grand Slam, que fuese el primero de su meteórica carrera, alzado aquel «verano en Nueva York», el de 2022.

Carlitos, es la primera vez que ganas un partido después de perder los dos primeros sets. Y ruegan tus paisanos, desde El Palmar, que no es necesario que le des tanta emoción a futuros triunfos. Algunos se quedaron ayer sin uñas ni pipas que llevarse a la boca. E incluso agotaron sus lágrimas, de tanta emoción acumulada.

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