El misterio de las cabras del puerto

Si los jabalíes se han convertido en visitantes asiduos al Centro de Málaga y otros barrios de la capital, la sorprendente presencia hace una semana de dos cabras en la playa de San Andrés y el entorno portuario del muelle 2 me ha conmovido de manera manifiesta. Al contemplar las imágenes de estos dos mamíferos artiodáctilos de la subfamilia Caprinae, he recordado el libro ‘El misterio de las cabras y las ovejas’, una obra atrayente de Juan García, reconocido autor de novelas de misterio, intriga y suspense, quien nos traslada a un pequeño núcleo rural donde una sucesión de insólitos acontecimientos comienzan a perturbar el sosiego de sus moradores.

Reflexionando sobre este texto y observando las fotografías de estos dos hermosos ejemplares entre las rocas del puerto, he contemplado la bondad de este animal. En su mirada sosegada y cómplice se halla el enigma del silencio y descubrimos la pericia en el orbe antiguo; las cabras retan los confines de lo utópico con sutileza y talento; son viajeras persistentes, siempre en la búsqueda de nuevas andanzas y tentativas; son expertas en disfrutar el instante actual sin ansiar el tiempo venidero; nos invitan a la introspección y nos evocan que el auténtico logro se asienta en la liberación de ser uno mismo. En la nimiedad de una cabra confluimos con la magnitud de la existencia en su naturaleza más inherente. La cabra ha tenido un papel muy importante para la Humanidad tanto en lo práctico y material como en el mundo de la metafísica. Filósofos, líderes políticos y religiosos, han analizado en profundidad la etología de la cabra y la han aplicado para dar respuestas a la condición humana. Ven cuánto aportan las amigas cabras. Asombroso.