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Opinión | Viento fresco

Jose María de Loma

Tensión de época

Las redes se llenaron del #ÁnimoAlberto con el que el líder socialista despachó al aún jefe de las derechas

Feijóo anuncia en la sesión de control del Congreso que citará a Sánchez para que comparezca en el Senado. Por el tono, Feijóo parecía un juez citando como imputado a alguien, con tono amenazante y chulesco. Para chulo, Sánchez, que por toda respuesta le espetó: «Ánimo, Alberto». Risas. Rabia. Aplausos previos para Alberto.

Estaba orquetado: de repente, las redes se llenaron del hastag #ÁnimoAlberto y de fotos comparativas de cuando la bancada popular aplaudia a Pablo Casado para, a continuación, tirarlo por la ventana por denunciar los chanchullos y la jeta de no pagar impuestos del novio de Ayuso. Sánchez se choteó del líder de la oposición, que ha subido el diapasón y ya es indistinguible de Vox. Usted ha vivido de la prostitución, le dijo el jefe de los populares a Sánchez, que ante tan grave acusación optó por putearlo en la respuesta por la vía del choteo-ninguneo.

Ánimo Alberto es ya un grito de guerra de quienes ven a un PP que no levanta cabeza en las encuestas. No hay trasvase: lo que va perdiendo Sumar lo gana el PSOE y Vox crece a costa del PP. El bloque de la derecha es mayoritario pero el boss dentro de él va camino de ser Abascal. Cada tres días asistimos a un escándalo que pareciera iba a derribar gobiernos o liderazgos pero no pasa nada, todo va muy rápido. Nadie se acuerda ya del escándalo de las pulseras y del fallo negligente, vergonzante, sistémico y pocoverguenzil de los cribados ya van saliendo argumentarios y planecitos para que pase deprisa.

De Israel a las mamandurrias de Koldo y compañía, del ático de Ayuso o los tejemanejes de Begoña en Moncloa pasamos a votaciones absurdas que ponen sobre todo cachondas a Podemos y Junts, que son las dos formaciones que más guerra dan al PSOE. Rufián se erige como azote de fachas y líder de la izquierda, zahiriendo por igual a los ultras que portan la rojigualda y a los ultras que portan la señera. Los que dicen que huele a fin de época llevan diciendo eso dos años.

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