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Opinión | Historia de Marbella

Marbella

El alcalde Lucena en el cambio de una década

Al alcalde Lucena Sola le tocó regir el Ayuntamiento de Marbella entre el último año de la década de los 50 y el primero de los 60

Ayuntamiento de Marbella. | L.O.

Ayuntamiento de Marbella. | L.O.

El alcalde Ricardo Lucena Sola tomó posesión el 7 de agosto de 1959. La Corporación municipal quedó constituida por los ediles Enrique Belón Lima, Andrés Sánchez Cantos, Emilio Pino Ridruejo (importante médico de la ciudad), Antonio Maíz Viñals (igualmente médico emblemático), José Molina Navarro (histórico maestro de escuela), Francisco Lima González, Salvador Guirado Cervera, Francisco Lorenzo Cuevas, Manuel Bermúdez García, José Villalta Sánchez y José Rodríguez Sánchez.

Avanzado el mandato de Lucena Sola tomaron posesión los nuevos concejales Juan Luis Duarte Galbeño, Francisco Guerrero Rodríguez, Francisco López Cantos, Juan Carlos Reina Lozano (director de la emisora sindical Radio Marbella), Fernando Alcalá Marín (abogado e investigador histórico), Antonio Valera López y Juan García Rovira.

Al alcalde Lucena Sola le tocó regir el Ayuntamiento de Marbella en la transición que llevaba del último año de la década de los cincuenta (1960) al primero de los sesenta (1961). Era el comienzo de una época fundamental en la transformación de la ciudad que iba a experimentar una profunda transformación que la convertiría en una potencia turística con una pujanza solo comparable con lo que estaba aconteciendo en Torremolinos.

La población censada era de algo menos de 11.500 habitantes, pero ya comenzaba a existir una población real muy por encima de la oficial. Fueron unos años en que las ‘fuerzas vivas’ del municipio eran el vicario arcipreste Rodrigo Bocanegra Pérez, quien junto a la faceta eclesiástica ejercía una intensa actividad ‘política’ y mantenía excelentes relaciones con significativas autoridades del Régimen; el capitán de la Guardia Civil, Eduardo Díaz Ramal; el ayudante militar de marina, Eduardo Gaviño González; el juez instructor, Antonio Martínez Carreras; el juez comarcal, Jesús Salazar Ocharán; el notario Luis Oliver Sacristán (que había sustituido a García Mayor); el delegado de la Organización Sindical, Andrés Sánchez Cantos; los médicos Antonio Maíz Viñals, Adolfo Lima Chacón, Emilio Pino Ridruejo, Francisco de la Torre y Manuel Lastra Avente; el veterinario, además de alcalde, Ricardo Lucena Sola; los farmacéuticos Juan Lavigne Gutiérrez, José Espejo García y Jacinto Berdaguer Camacho; el registrador de la propiedad, Enrique Robles; y el director del Instituto Laboral, Vicente Ramón Ortega.

Como elemento vertebrador comenzaba a adquirir gran importancia la radio local Radio Marbella, emisora sindical Costa del Sol, número 15 de la CES (Cadena de Emisoras Sindicales), que contaba al frente con Juan Carlos Reina Lozano.

En aquel momento, habiéndose superado etapas de gran dificultad en décadas anteriores, las cuentas del Consistorio se encontraban saneadas y el presupuesto para 1961 ascendía a 5.600.000 pesetas.

El Ayuntamiento, durante el año 1960, había llevado a cabo la pavimentación y alcantarillado de la céntrica calle Peral; la pavimentación, con carácter artístico de la plaza de los Naranjos (entonces del Generalísimo Franco). Se procedió al alumbrado del paseo de la Alameda, verdadero pulmón verde y lugar de encuentro cotidiano del vecindario. También, a la acometida de agua, pavimentación y alcantarillados de diversas calles; la plantación de doscientos árboles en la carretera general (Nacional 340); la construcción de un grupo escolar de seis aulas y las viviendas para los maestros en el Castillo y de una escuela en la entonces denominada barriada de San Pedro Alcántara.

Se instaló el alumbrado de la avenida de Ramón y Cajal. Se construyeron y entregaron seis viviendas, consideradas ‘modestas’, financiadas con los fondos obtenidos en una campaña de caridad.

En 1961 se continuó con la iluminación de un total de 16 calles; la ampliación de la plaza de la Victoria y acondicionamiento de un estacionamiento de automóviles. Se amplió el suministro de agua y se proyectó y ejecutó el alcantarillado general de San Pedro Alcántara; también la construcción de una casa del médico en San Pedro. Se creó un Matadero Municipal en Marbella. Se construyeron 250 doscientas cincuenta viviendas sociales, siendo consciente el Consistorio de que, ante el acuciante problema de la vivienda, era necesario levantar, al menos, otras cuatrocientas.

Se planteó la construcción de una casa cuartel para la Guardia Civil. Y se encontraba en ejecución la Ciudad Sindical de Educación y Descanso, que un principio se pensaba que estaría en funcionamiento en el verano de 1961.

También, en la zona de Las Chapas surgió la iniciativa del abogado Salvador Guerrero Ramírez, denominada Ciudad Residencial de Elviria. Igualmente, el Ayuntamiento se encargó de incentivar a la iniciativa privada para la instalación de surtidores de gasolina y garajes, tan necesarios para atender satisfactoriamente al turismo que comenzaba a fluir de manera creciente. El desarrollo continuaría con la llegada, tras Lucena Sola, del alcalde Antonio Lizarza.

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