Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión | Málaga de un vistazo

Hay que acabar el Guernica

Obra del Guernica

Obra del Guernica

Hace poco oía a un experto decir que había varios indicios en el Guernica que apuntaban a que la obra no estaba acabada y, por ello, recomendaba que se añadiesen un par de figuras inicialmente pensadas por el autor y no ejecutadas a la postre, así como algunos trazos que terminarían de redondear las ya existentes.

El interlocutor, que no sabía de arte o, como diría mi padre, que pensaba que el arte era morirte de frío, saltó como un resorte tachando de barbaridad tal propuesta, pues entendía que la historia, y menos la historia del arte, no había de reescribirse ni perfeccionarse, pues las obras de arte se acaban en la forma en la que su autor decide acabarlas o en la forma en que el destino quiere que concluyan. Al final resultó ser una broma. El experto tomaba el pelo a su interlocutor. El Guernica únicamente habría de recibir una serie de tratamientos para asegurar su debido mantenimiento y evitar que sufriera las penurias propias del paso del tiempo. ¿No le suena de algo esto, lector? ¿Hemos de terminar de construir la torre que nunca tuvo nuestra Catedral? ¿Hemos de continuar una obra de arte que ya ha sido, al menos tácitamente y por el paso del tiempo, finalizada? Evidentemente, no hablo del tejado de la Catedral o de otras actuaciones necesarias para su debida conservación, sino de terminar la torre u otros elementos meramente ornamentales que originalmente se proyectaron pero que nunca se hicieron realidad. Mi opinión es que no. Nuestra Catedral es manca y así la queremos. La Torre de Pisa, recta, no sería la Torre de Pisa. Y nuestra Catedral, con dos torres, tendría mejores posibilidades en el ajedrez, pero no sería nuestra Catedral.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents