Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión | En corto

Cambio horario: no, gracias

Puesto que un año sí y otro no vengo clamando aquí por ello desde hace un tercio de siglo, nadie me podrá acusar de sanchista por estar muy de acuerdo con su propuesta a la UE de acabar de una vez con esta injuria masiva al horario de sueño. Pero hay otras ofensas de mayor gravedad aún contra los marcadores de tiempo, como la muerte de los quioscos de prensa. Millones de madrugadores acostumbraban, al poco de levantarse o al ir al trabajo, a bajar al quiosco de la esquina a por el periódico (muchas veces también a por el pan).

Eran costumbres cívicas, en las que se encendía el amor a la ciudad en su hora más temprana y prometedora. Cuando se jubilaban lo seguían haciendo de por vida, manteniéndose alerta e interesados vitalmente por el mundo. Ahora, sin quioscos, muchos se quedan en la cama, resignados a la retirada. Una pantalla desde la almohada nunca será lo mismo.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents