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Opinión | El jugador número 13

Tres charlas, tres ideas

Ni vamos a deprimirnos por las dos derrotas ni vamos a ponernos eufóricos con las dos victorias porque interpreto que en Málaga hay algo más que gente acérrima o especímenes del conocido «reventaó malaguita»

El fin de semana tuvimos en estas páginas la charla que Emilio Fernández tuvo con Bozidar Maljkovic.

El fin de semana tuvimos en estas páginas la charla que Emilio Fernández tuvo con Bozidar Maljkovic. / l.o.

Esta semana anterior, tras haber visto cómo nuestro Unicaja caía en Liga ACB ante Barça y La Laguna Tenerife, y retomaba el sendero de la victoria contra Filou Oostende y Bàsquet Girona, continuaba con el trabajo para que el equipo vaya pareciéndose al que se quería en su confección.

Ni vamos a deprimirnos por las dos derrotas ni vamos a ponernos eufóricos con las dos victorias porque interpreto que en Málaga hay algo más que gente acérrima o especímenes del conocido «reventaó malaguita» que se cree capacitado para opinar de lo que sea simplemente porque observa, escucha, lee o sabe (estas dos cosas, menos) algo. Además, sería demasiado bipolar pensar que ganar a los belgas o dejar de lado que a seis minutos escasos del final Unicaja ganaba sólo de seis a los de Moncho Fernández es para decir que todo está resuelto, significa faltar a la inteligencia.

Para mí, el valor real de esta semana está en entrevistas de miembros actuales o pasados del club de Los Guindos: Nihad Djedovic, Bozidar Maljkovic y Vitor Faverani.

El que fuera canterano en Los Guindos desde 2003 a 2009 tuvo una charla más que interesante con José Manuel Puertas en su programa ‘Tirando a Fallar’. En ella, el brasileño, que ha vuelto a jugar a alto nivel tras haber pasado un auténtico calvario de lesiones, en la charla, y habiendo pasado hasta por ocho equipos en su etapa profesional, deja bien claro que del único equipo que no tiene buen recuerdo es del Unicaja.

Sin dejar de lado que cada uno cuenta la feria como le va, lo cierto es que de aquella época ya lejana convendría tener cosas en claro y haber identificado los errores que se cometieron para que no se instauren como algo normal y se repitan.

Está claro que el tema cantera ya no está volcado a que agentes con su clientela radicada en Brasil, la antigua Yugoslavia u otros mercados sonoros se hagan de facto proveedores del talento de la avenida Gregorio Diego, pero los fallos cometidos y verbalizados en el caso de Vitor Faverani u otros son algo que con el tiempo espero que no se hayan repetido. Y no vale con decir eso de «es su versión» porque entre el blanco y el negro hay una multitud de grises. Tomémoslo como algo a mejorar o evitar como en las familias.

El fin de semana, tuvimos en estas páginas la charla que Emilio Fernández tuvo con Bozidar Maljkovic, mito del baloncesto europeo y cajista, y una figura capital en el club para impulsarlo junto con el presidente de la época, Ángel Fernández Noriega, al sitio que muchos jamás pensamos que podía ocupar.

En un gran trabajo que merece mucho la pena leer si eres del Unicaja, o simplemente si te gusta el baloncesto, el formador del recordado KK Split, campeón continental con los nombres de Jugoplastika o Pop 84, destaca el orgullo que tiene que significar para todos nosotros ser del Unicaja, tanto un club como una ciudad que habitualmente siempre ha sonado a poco salvo para estar de fiesta y, lamentablemente, la vida no es siempre eso.

Me llama la atención que alguien que aparte de en su país, ha entrenado en Eslovenia, España, Francia, Grecia o Rusia, que ha ganado de todo lo imaginable y que ha estado en banquillos como los de Baskonia, Barça, Panathinaikos o Real Madrid, destaque un detalle que, entre los que mandan y los que no sepultamos habitualmente.

Emilio Guerrero llevaba al plató de ‘Zona Verde’, en 101TV, a Nihad Djedovic, el cual, al ser fichado en el verano de 2022, reconozco que pensé que iba a aportar mucho menos de lo que está haciendo. Vale que el «brate» no va a ser histórico estadísticamente hablando o que se piense en él como jugador franquicia del plantel que lo tenga, pero contar con este tipo en el grupo se me antoja un valor seguro.

Y tengo clarísimo que habrá habido algún grito en el vestuario o en la cancha, algún cabreo entre compañeros o con el cuerpo técnico porque las cosas no van como pueda parecer adecuadas. Y el día que hagamos nuestro Unicaja histórico, no se incluirá entre los cinco o entre la docena que mejores nos puedan parecer, pero en eso tan complicado y tan desconocido (ojo, que siempre hablamos como si estuviéramos con ellos) que es manejar un grupo y convivir en un vestuario, este tío dice sin problema alguno que «esta temporada hay que esperar que los nuevos se acostumbren a que están en un club que lucha por títulos».

Pregunta que lanzo a la afición, entorno y club cajista: ¿tú pensabas cuándo decías «yo soy del Unicaja» incluías en esa definición que era un club que luchaba por títulos?

Siendo serio, me acuerdo de mi padre, que fue el que me encauzó por esto y estaba feliz porque el club jugara semifinales o fuese campeón de la Copa Korac que inauguró el palmarés. Vale que me gustaría estar peleando por la Euroliga o gastar dinero a manos llenas como ocurrió en su momento o vemos ahora en Valencia sin ir más lejos, pero reconozco que las entrevistas de José Manuel Puertas, Emilio Fernández y Emilio Guerrero me han servido para recapacitar sobre lo que significa ahora y ha sido en parte este club.

Me quito el sombrero ante los tres por su trabajo, por hacer adecuado el ambiente para que tanto Vitor Faverani, Boza Maljkovic y Nihad Djedovic estuvieran con ganas de hablar y dar algo más que las respuestas habituales que nos sabemos de memoria, y sobre todo, miro hacia dentro y veo que hay que seguir trabajando y mejorando mucho, pero, principalmente, estando muy orgulloso de parte de la obsesión que a veces no deja dormir.

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