Los cofrades del Domingo de Ramos miran con preocupación al cielo por la inestabilidad meteorológica. De hecho, algunas gotas furtivas en la mañana del Sábado de Pasión desatan el pesimismo en alguna que otra cofradía. En la casa hermandad de la Salud el teniente de hermano mayor, José Antonio Gallego, asegura que hay una veintena de personas trabajando en los últimos detalles antes del desfile procesional de hoy. Varios hermanos se afanan en terminar la preparación de las flores, y Gallego recita de memoria los estrenos: «La trasera del trono del Señor y la marcha Cristo, nombre glorioso». «Asumiremos lo que pase; lo ideal es que no llueva, pero hoy todo el mundo es meteorólogo». En total, 650 personas conformarán la procesión de la hermandad trinitaria.

En la iglesia de San Juan, los hermanos de Lágrimas miran con tranquilidad el ordenador en busca de predicciones meteorológicas. José Manuel Sánchez, secretario de la cofradía de le hermandad, a la que pertenece esta Virgen, asegura que ahora están más contentos, porque se da poca probabilidad de agua. «Estamos dando los últimos retoques, colocando las etiquetas de los varales y las cabezas. A las ocho de hoy –por ayer– se producirá el encendido de velas». Los estrenos más importantes son tres marchas musicales: El despertar, Cuatro estampas para una virgen y Dios te salve reina de Lágrimas y Favores. «Lo que pretendemos es que la cofradía muestre alegre, como una cofradía de buen gusto y causar una impresión agradable, dentro de la seriedad», dice. A las nueve de hoy, están citados los hermanos para preparar el cortejo. «Si no dijéramos que tenemos nervios estaríamos mintiendo». Como siempre, el trono de la Virgen de Lágrimas y Favores embocará la puerta de la iglesia con Reina de San Juan. En total, 352 nazarenos, incluidos dos secciones de niños (70 en total) y 210 hombres de trono conformarán el cortejo. A las 20.00 horas de ayer se realizó el encendido de velas.

Cautela. Otras cofradías del Domingo de Ramos se lo toman con más cautela: en la casa hermandad del Huerto o en la Basílica de la Victoria, desde donde hoy se hará a la calle la Humildad, no hay un alma. Al menos visible. Donde sí hay movimiento en la mañana del Sábado de Pasión, y mucho, es en la casa hermandad de la Pollinica, en la calle Parras, donde David Anaya está terminando el exorno de la Virgen del Amparo. «Nos falta rematar el trabajo, limpiar los tronos, poner las pegatinas en los varales, porque las flores las pusimos ayer; en el trono de la virgen nos queda limpiar y poner los faldones, amén de terminar el exorno», aclara Francisco Javier Martín, mayordomo del Señor de la Pollinica. Como estrenos más importante, el guión, restaurado por Salvador Oliver, que lo pasó a un terciopelo, amén de la túnica del Señor y el manteo, ya estrenados en la salida del centenario. El encendido de velas se hizo a las siete de la tarde de ayer. «No nos asusta el tema de la lluvia, aunque se dijo que desde la tarde de mañana, Dios no lo quiera, todo cambia a peor», aclara.

También un mutismo absoluto rodea a la iglesia San Felipe Neri, desde cuyas entrañas se hará a la calle con el rigor habitual la hermandad de la Salutación. En la plaza de Capuchinos, el tinglao del Dulce Nombre suscita el interés de muchos, ya que las imágenes están entronizadas y varios hermanos y hermanas se afanan en preparar el exorno de los tronos. Algunas gotas caen en torno en la plaza, y en el interior de la iglesia se efectúa el reparto de puestos.

La subjefa de procesión, Pilar Márquez, explica que unas 600 personas participarán en el desfile, y asegura que se están dando los últimos retoques al exorno floral. Entre los estrenos, destaca el cíngulo del Señor, la ropa de los ciriales, las navetas de los incensarios y los bastones cortos. «Estamos con el cuerpo hecho para lo que tenga que venir», dice Márquez en referencia a la lluvia. «No sabemos nada, porque las previsiones cambian», añade, para incidir en que los hermanos están citados a las 13.30 horas en la iglesia.