El Domingo de Ramos es el primer día de nuestra Semana Santa y, como tal, las cofradías se afanan en lucir con orgullo en las calles de la ciudad sus adquisiciones y estrenos patrimoniales, engrandeciendo así la Semana Mayor de los malagueños.

Pollinica

La hermandad de la Pollinica ha adquirido cuatro nuevos ciriales y la pértiga para la sección del Señor, realizados en los talleres de orfebrería Angulo. También se ha hecho con una cruz parroquial realizada en el mismo taller. Asimismo, la cruz guía presentará un significativo cambio, ya que dispondrá de unas maniguetas y remates en plata con el escudo de la hermandad. Además, el Señor a su Entrada en Jerusalén saldrá a las calles con sus cuatro cartelas totalmente terminadas (obra de Navarro Arteaga). En las secciones de monaguillos, habrá seis túnicas nuevas para el Señor y ocho para la Virgen, que este año llevará flores de cera y dos nuevos candelabros -para iniciar la candelería- obra de Jesús Castellanos. También se ha restaurado el trono de traslado.

Lágrimas y Favores

La Virgen de Lágrimas y Favores estrena la nueva mesa del trono, realizada por los talleres de Juan Angulo de Lucena, así como los varales telescópicos de los talleres de El Cabra.

Humildad y Paciencia

La cofradía de la calle La Unión presenta este año numerosas adquisiciones y restauraciones. Son las siguientes: dos juegos de navetas e incensarios realizados por el taller de orfebrería Montenegro, bajo diseño de la propia firma; la restauración y enriquecimiento del guion corporativo realizado por el taller de Felicitación Gaviero; el escapulario carmelita bordado para el guion; la restauración y enriquecimiento del estandarte del Cristo de Humildad y Paciencia (Felicitación Gaviero); un encaje de hojilla de oro sobre tul con fleco de canutillo para la Virgen de los Dolores y Esperanza (donación de algunos hermanos); un cáliz español del siglo XVIII en bronce plateado, vaso o copa en plata de ley dorada; cuatro juegos completos de monaguillos para el Cristo; dos albas para la sección del Señor para los turiferarios, tres juegos para acólitos de la misma sección, otros tres para la de la Virgen, sustitución de equipos nazarenos en ambas secciones y un azulejo cerámico del pintor Javier Aguilar Cejas para la fachada de la casa hermandad, donado por el equipo joven.

Salutación

La corporación de San Felipe Neri estrena el paño de la Mujer Verónica, obra de Agustín Soler, la campana del trono, restaurada por los talleres Rosas de Torredonjimeno (Jaén), el arco de campana (taller de Antonio Cabra, en Málaga) y la adaptación para agrupación musical de la marcha Nazareno de Salutación, de Perfecto Artola, realizada por Miguel Ángel Gálvez.

Dulce Nombre

La gloria del palio de la Virgen del Dulce Nombre, ejecutada por Pepe Palma bajo diseño de Jesús Caballero, dos ropones de pertiguero, 21 roquetes de monaguillo, treinta túnicas de portador y un bastón corto.

Humildad

Restauración de las Potencias del Señor de la Humildad (taller de Manuel Valera, Córdoba) y nueva banda (Maestro Eloy García) tras la Virgen de la Merced.

Salud

Dorado completo del trono del Cristo de la Esperanza en su Gran Amor, efectuado en los talleres de los Hermanos Caballero González de Sevilla y dos marchas para la Virgen de la Salud (Salud entre los Ángeles -Julián Bedmar- y Salud de los Enfermos -José Luis Pérez-).

Huerto

Nueva marcha para la Virgen de la Concepción (Concepción de María, de José Ramón Valino).

Prendimiento

Cuatro arbotantes para el trono de la Señora del Gran Perdón, realizados por el taller de Emilio Méndez (Sevilla) según diseño de Eloy Téllez. Los arbotantes tienen unas dimensiones de 2,60 metros alcanzando un diámetro de 20 centímetros en la parte central, formados cada uno de ellos por trescientas piezas, cien de ellas originales. Cada arbotante está formado por 24 luces. Recrean elementos que se pueden observar tanto en el cajillo como en el manto.

Además, se estrenan varias marchas para el Cristo y la Virgen y se renuevan las túnicas de los hombres de trono de ambas secciones, que llevan el escudo de la hermandad bordado, una réplica exacta para la que se han necesitado, en cada uno, 45.000 puntadas. Se amplían los equipos de nazarenos y se estrenan las campanas de ambos tronos, así como dos cabezas de varal para la Señora del Gran Perdón, entre otros elementos.