La presencia de José Tomás en los carteles de la Feria de Málaga ha supuesto todo un revulsivo para un abono castigado en los últimos años por la crisis económica y por los cambios empresariales que se han producido en el coso de La Malagueta. La simple confirmación de que el diestro madrileño iba a hacer el paseíllo el 23 de agosto motivó que se dispararan las peticiones de localidades.

Una vez presentados las demás combinaciones, y puestas las localidades a la venta, se confirmaba el tirón taquillero del diestro, que superaba los 5.000 abonos; triplicando con creces las cifras anteriores. Además, en pocas horas se agotaban las entradas sueltas; con lo que tener un sitio ese día en la plaza convierte al propietario del boleto en un privilegiado.

Y es que todos quieren ver a este torero nacido en Galapagar (Madrid) el 20 de agosto de 1975, y que es ya un malagueño más por vocación. Ha elegido Estepona como lugar de residencia y allí ha creado una familia; tanto que su único hijo nació en la céntrica Clínica Gálvez de nuestra capital. Quizás La Malagueta haya tenido mucho que ver en el acercamiento de José Tomás a Málaga, ya que este coso ha sido muy especial para él desde sus inicios.

La más que centenaria plaza del Paseo de Réding ha sido testigo de tardes mágicas de José Tomás, y él ha devuelto ese cariño ofrecido por la afición malagueña eligiéndola en sus escogidas actuaciones. Así, Málaga es la tercera plaza en la que este año va a hacer el paseíllo en España, tras Granada y León, y después de su reaparición en Juriquilla (México). Pero no es la única vez que Málaga ha sido una de las plazas escogidas por JT. Ya lo fue con anterioridad; situando a La Malagueta entre uno de los cosos más importantes del país.

Su inesperada retirada de los ruedos en 2002, y su aclamada vuelta en 2007 sirvieron para convertir cada una de sus actuaciones en un gran acontecimiento. Posteriormente, con la trágica cogida sufrida en 2010 en Aguascalientes, el drama se hizo presente en sus corridas. Al filo de la muerte, se temió que no volviera a vestirse de luces, o que no volviera a pisar ese sitio en el que los toros cogen, pero donde se logran las más sublimes tandas de muletazos.

Madrid, Barcelona o Nimes han sido plazas en las que se han vivido gestas importantes del diestro madrileño. Y también Málaga, una de las plazas en las que más se ha prodigado a lo largo de su carrera. Nunca se ha negado que La Malagueta era una de sus plazas predilectas, tanto que cuando contar con su presencia se convierte en un acontecimiento de enormes magnitudes, aquí nos llegamos a acostumbrar a cantarle el ´Cumpleaños feliz´ cada 20 de agosto con los sones de la Banda de Miraflores.

Y tan predilecta es Málaga para este torero, que se ha propuesto levantar la plaza tras ciertas temporadas de incertidumbre. Justo las que no ha estado anunciado en sus carteles por desavenencias con los empresarios anteriores. Tanto, que el año pasado estaba dispuesto a anunciarse dos tardes para premiar el impulso dado por la Diputación con un nuevo pliego más acorde a la realidad socioeconómica actual, y también la labor emprendida por los nuevos empresarios: José Cutiño y Simón Casas, con los que mantiene una extraordinaria relación.

Una lesión en su pie derecho privó a la Feria de 2013 de contar con su ilustre nombre en los carteles, pero sí podrá ser en este 2014, en el que se ha apostado por la fórmula de una corrida mixta junto al rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, con reses escogidas de Victoriano del Río y Parladé.