Una hora antes del comienzo del traslado del Cristo de la Buena Muerte de la Congregación de Mena, a cargo de la Legión, el sol brillaba con fuerza en la explanada de Santo Domingo. Hacía calor. Sin embargo, veinte minutos antes, con la tropa ya desembarcada en el Puerto de Málaga, las nubes negras empezaron a asomar por el horizonte y rápidamente cubrió el cielo. Se empezaron a escuchar los tambores marcando el ritmo legionario. La Compañía de Honores del Grupo Acorazado Ligero 'Reyes Católicos' de la Brigada Legionaria (Brileg) se acercaba con rapidez.

Las autoridades ocuparon sus puestos y empezó a chispear. Primero gotas sueltas, pero cuando los 200 efectivos de la Legión y las bandas de música se pusieron en posición de firmes, el chispeo se había convertido en un chaparrón. Los paraguas se empezaron a abrir, para enfado del público situado en las filas traseras. Los legionarios aguantaban el chaparrón (en sentido literal), al igual que el hermano mayor de la Congregación de Mena, Antonio de la Morena; el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; y las autoridades militares, como el vicealmirante Jefe del Arsenal de Cádiz, Enrique Torres Piñeyro, máxima autoridad militar presente en el traslado.

El fuerte chaparrón obligó a acortar el traslado de forma considerable. Se eliminó la oración a los fallecidos y la presentación de la imagen del Cristo. De hecho, finalmente fue sacado a hombros por una escuadra de gastadores de la Legión, escoltado por los banderines de la Legión y el estandarte orlado con las insignias legionarias. Tras salir del interior de Santo Domingo, fue directamente al salón de trono, desde donde el Cristo de la Buena Muerte presidió el acto, a resguardo de la lluvia.

Los legionarios entonaron en ese momento su conocida canción del 'Novio de la muerte', que pese a que no ocupar ningún lugar oficial, se ha convertido en santo y seña de este cuerpo. Tras esta canción le siguió el Himno Legionario y, después, recitaron el Credo Legionaria, dando así fin a un acto más corto de lo habitual. La Compañía de Honores de 'Reyes Católicos' se fue desfilando de la Explanada de Santo Domingo y, en ese momento, las autoridades se acercaron al salón de tronos para entronizar al Cristo de la Buena Muerte, que sale en procesión en esta tarde del Jueves Santo.