El Señor de la Columna cumplió en 2017 tres cuartos de siglo desde su bendición, una efemérides que la cofradía de Gitanos celebró con una salida extraordinaria el pasado 23 de septiembre en la que fue acompañado el Cristo por la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas de Triana. La procesión de este Lunes Santo fue una extensión de esa celebración, sobre todo por el sello que esta cofradía impone en la calle: algarabía, baile, cante y alegría de las promesas que acompañan al Cristo y a la Virgen de la O antes de que el telón de la Pasión de Málaga caiga.

Como estrenos, el más destacado son las potencias nuevas que diseñara Juan Casielles y que se ejecutaron en el taller del orfebre cordobés Manuel Valera. Es la primera vez que el Señor las luce en Lunes Santo.

Abriendo la procesión, la Banda de Cornetas y Tambores de los Dolores Coronada de Álora, que al final de Mari Blanca, con mucha gente en la curva con Álamos, interpretó a la perfección 'Soledad, dame la mano'.

Detrás, una extensa sección de nazarenos y el Señor atado a la Columna, cuyo trono dorado jugueteaba con los rayos de sol. Los gitanos que conforman las promesas le gritaban "Moreno, Moreno" o "viva el Cristo de los Gitanos" entre palmas y bailes. Antes, a mitad de la calle, se le cantó una saeta muy aplaudida.

La curva de entrada a Álamos fue magnífica. La Banda de Cornetas y Tambores de la Estrella interpretó 'Cristo del Amor', todo un clásico de la Semana Santa malagueña. La curva fue ejecutada a la perfección por los hombres de trono entre aplausos de los asistentes. El Señor también estrenó el paño de pureza de la salida extraordinaria, diseño de Eloy Téllez.

La Virgen de la O también escuchó una saeta a mitad de Mari Blanca, con los hombres de trono meciendo mientras la cantaora exprimía lo mejor de sí. Una vez acabada la interpretación de la pieza, trono abajo y aplausos, además de algún que otro ole.

Luego, la Virgen avanzó con los sones de 'Coronación de la Macarena', meciendo cuando unos vecinos realizaron una petalada. La dulzura de la imagen y la mecida amplia provocaron aplausos. También espectacular fue la curva de entrada a Álamos desde Mari Blanca con 'Al compás la cera llora', interpretada por la Banda de Música de la Zamarrilla bajo un sol de justicia.