En el Perchel se respiraban ganas de ver a la cofradía de la Estrella. Es su barrio y, como tal, el gentío se vuelca cada Martes Santo para arropar al Señor de la Humillación y la Virgen de la Estrella. El cortejo se puso en marcha sobre las 19 horas a los sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos. El público levantaba la mirada para comprobar si se vislumbraba ya la imagen del Señor, pero hubo que esperar.

A las 19.30 horas, con el sol reflejado sobre su torso, salió el Cristo con el Himno Nacional interpretado por la Banda de Cornetas y Tambores Santa María de la Victoria. Un poco más adelante, con la solemnidad propia de la imagen, interpretaron 'El Cristo del Amor'. La emoción ya era patente en los presentes.

Más atrás, en la casa hermandad marinera, el trono de la Estrella se preparaba para rebasar la puerta. Lo hizo, casi a las 20 horas, a los sones del Himno Nacional y de su marcha dedicada 'Estrella del Perchel', tocada por la banda de la Archicofradía de la Expiración que, casi al instante, enlazó con 'Madre Hiniesta'. El trono se mecía despacio, dulcemente, y así avanzaba por calle Padre Jorge Lamothe. Aplausos en el público, aunque llamó la atención que la cofradía no levantara sus tronos a pulso como sí ha hecho en años anteriores.

Martes Santo | Estrella

Martes Santo | Estrella

La Virgen daba así sus primeros pasos con el color rosa predominando en su adorno floral. Lucía además una prenda especial: una saya realizada, en el taller de Manuel Mendoza según diseño de Salvador Aguilar, a partir de piezas de bordados antigüos adquiridos deliberadamente para la obra.