¿Quién no tiene recuerdos, en Málaga, de Semana Santa?

Los míos, los primeros, son del Pobre y la Esperanza, en Vélez, con mi abuela rezando, asomada a la baranda .Y el ajobacalao. Y las capas. Y la colcha de crochet, el Domingo de Resurrección, echada en esa misma baranda.

Ahora: las túnicas, los capirotes; los guantes de Pérez-Cea , ¡ay Rafa!;

el :¡Niño, que hoy no llueve!, en respuesta a las plegarias; la mochila con bocatas; el azahar del Patio de Los Naranjos; el : ¡Ya se oye la campana!.Y la música de las bandas.

El que vende las almendras, por Cister, se nos para y, al ver los tronos, me enseña el brazo y dice: Señora, mire usted, los vellos como escarpias…

Y mis hijos, los cinco, con la Virgen: la de Gracia y Esperanza.

¿Quién no tiene recuerdos, en Málaga, de Semana Santa?