De manera multitudinaria comenzaba un año más el Miércoles Santo en la localidad de Antequera. El Tercio Gran Capitán primero de la Legión con base en Melilla llegaba a la ciudad de los Dólmenes pasado el mediodía para realizar el ya esperado y tradicional traslado del Señor del Mayor Dolor por las calles aledañas a su templo, la iglesia de San Sebastián, ubicada en la plaza de su mismo nombre.

Tras las saetas en el interior de la parroquia de la Cofradía del Mayor Dolor, el cortejo llegó hasta el Coso Viejo de Antequera donde cada año se produce uno de los momentos más mágicos de la Semana de Pasión.

Allí también se pudo oír el himno de la Legión mientras se sucedían las lluvias de pétalos en un recorrido en el que este año imperaron el viento y las nubes. Pasadas las tres de la tarde, el Señor del Mayor Dolor regresó a su trono esperando ya la salida procesional, que se produjo pasadas mínimamente las ocho de la tarde.

Y es que este año, ante el riesgo de lluvia, la Cofradía del Mayor Dolor aprobó la noche anterior adelantar el horario de su salida procesional, así como recortar parte del recorrido que tradicionalmente realiza dicha hermandad antequerana.

En esta ocasión, estuvieron presentes en el traslado matinal el general jefe de la Brigada de la Legión Rey Alfonso XIII, Marcos Llago Navarro, que presidió el traslado legionario del Señor; el coronel jefe del Tercio Gran Capitán primero de la Legión, con base en Melilla, Eugenio Castilla Varea; el teniente coronel Alfonso Armada de Losada, así como el suboficial mayor de Melilla, José Manuel Fernández Quirós.

En el acto de hermanamiento con la Legión recibió el título de Hermano Mayor Honorario de la Cofradía el general de brigada Juan Jesús Martín Cabrero, anterior general de la brigada de la Legión Rey Alfonso XIII (2014-2018), nuevo general subdirector de Estudios Históricos del Instituto de Historia y Cultura Militar.

Así, cayendo ya la noche, llegó el momento de la estación de penitencia del Señor del Mayor Dolor y la Virgen del Mayor Dolor, ante la gran expectación que siempre suscitan estas imágenes. Uno de los momentos cumbre tuvo lugar en la Alameda de Andalucía, cuando los sagrados titulares se encontraron entre los aplausos de los cientos de cientos de devotos y al son de la banda de música de Huétor Vega y del propio Tercio Gran Capitán primero de la Legión de Melilla. Fue la antesala del encendido de bengalas en la plaza San Sebastián y el encierro que llegó sin la temida lluvia.

La hermandad del Miércoles Santo de Antequera pudo lucir sus estrenos. Entre ellos destaca el dorado en oro de 24 quilates de las cuatro peanas donadas por Bartolomé García Pérez en madera de cedro real, para los ángeles que procesionan en el trono del Señor, y que han sido donados por la cofrade y devota Teresa de Jesús Rosal Ramos.

También estrenó la sustitución de todas las barras de hierro interiores de las barras de palio del trono de la Virgen por otras con un tubo reforzado, así como un nuevo suelo nuevo para el trono del Señor y la estructura metálica necesaria para su entronamiento.